Los empresarios salmantinos hacen bloque en contra de la reducción de la jornada laboral, cuya negociación se retomó este lunes. El objetivo es rebajar de 40 a 38,5 horas trabajadas a la semana desde la firma del acuerdo hasta final de año y a 37,5 horas a partir de enero. El presidente de la Cámara de Comercio de Salamanca, Benjamín Crespo, es contundente al calificar el proceso como «un escándalo».
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Recuerda que España es el país con la productividad más baja de Europa, por lo que «reducir la jornada no ayuda». Considera que primero hay que adoptar estrategias para incrementar la productividad, para después abordar la reducción de jornada. Apunta que si bien hay sectores en los que se puede mermar el tiempo trabajado, en otros «es imposible», como el comercio y la hostelería. «Son establecimientos que abren muchas horas al día y el trabajo se diluye durante toda la jornada. En estos casos la productividad no se alcanza reduciendo las horas».
Crespo tampoco confía en que esta sea la vía para incrementar puestos de trabajo. Por otro lado, el secretario general de la confederación de empresarios CEOE-Cepyme Salamanca, Víctor Yenes, también considera que la medida no creará empleo, «creemos que va a generar inseguridad jurídica y que va a reducir la inversión». Advierte además que aprobar la medida tal y como se plantea supondrá que «el dialogo social salte por los aires», una herramienta que hasta ahora ha sido útil para avanzar en las medidas económicas y sociales que necesita el mercado laboral.
Antonio Flórez, secretario general de la Confederación de Empresarios de Salamanca (CES), también es rotundo contra la iniciativa. Muestra un rechazo frontal a la que considera una decisión «unilateral» que, a su juicio, «lastra la competitividad empresarial». Insiste en el hartazgo del colectivo contra un Ministerio, el de Trabajo, que carga las consecuencias económicas de sus decisiones «sobre la cuenta de resultados de las empresas». No ahorra calificativos a la hora de confesar el cansancio de los empresarios «por la nula capacidad de este Gobierno de generar riqueza». Por último, lamenta que esto ocurra porque de lo contrario, y dada la situación económica actual, el porcentaje de paro podría ser casi estructural, pero en cambio estamos a la cabeza en desempleo de Europa.
En relación a la negociación, Ministerio de Trabajo y Economía Social puso este lunes sobre la mesa una nueva propuesta de reducción de la jornada laboral con algunas medidas de flexibilidad, como un mayor margen para la distribución irregular de horas, para intentar sumar al acuerdo a las patronales CEOE y Cepyme, que ven insuficiente el planteamiento del Gobierno. Según señaló tras la reunión de la mesa el secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey, la vocación del Gobierno es alcanzar un acuerdo «con todas las partes» y para ello se abren a cambios en sus planteamientos iniciales.
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Así, la propuesta a la que este lunes ha tenido acceso efe, recoge como novedad que durante 2025 el volumen de horas de disposición empresarial siga vinculado a la jornada previa a la reducción. No obstante, fuentes empresariales conocedoras de la negociación, señalen que este cambio resulta insuficiente para las patronales, que han rechazado el texto del Ministerio de Trabajo en la misma mesa de negociación.
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