El voluntariado no entiende de edad. Y si no que se lo digan a los bomberos de la Diputación de Salamanca cuando viajaban de camino a la zona cero de la DANA.
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En una parada de camino a Valencia, los efectivos pararon para comprar avituallamiento en una zona comercial en Madrid, cuando una emotiva historia les pilló por sorpresa.
Dos familias se les acercaron para preguntarles si se dirigían al epicentro de la catástrofe, a lo que los bomberos les respondieron que sí. Por lo que no dudaron en aportar su granito de arena. Un gesto ideado por las niñas.
Los familiares fueron a comprar alimentos y lograron llenar dos carros de productos básicos y esenciales para niños (pañales, toallitas, potitos de bebé., agua). Una acción que les aportó mucha fuerza a los efectivos para llegar y empezar a colaborar, según han relatado los servicios de emergencias.
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