Emma Stone, a por su segundo Oscar

Triunfó en el Festival de Venecia (León de Oro) y en los recientes Globos de Oro (dos premios, seis nominaciones), y ahora Pobres criaturas aspira a diez Oscar. La competencia se lo va a poner difícil, pero hay una categoría a la que parece destinada: la estatuilla a Mejor Actriz. Las encuestas apuntan a Emma Stone, que ya se la llevó en 2016 por La La Land, y que aquí elabora un personaje apasionante, bello, alocado, voraz, desinhibido. En esta revisión del mito de Frankenstein, un doctor excéntrico (Willem Dafoe) usa el cadáver de una joven para implantarle el cerebro de una niña. El resultado es una criatura que se relaciona con el mundo sin tabúes ni vergüenza, marcada por su cuerpo adulto. Los hombres la desean y tratan de aprovecharse y de controlarla, en especial un seductor abogado (Mark Ruffalo). Pero ella se resiste a las convenciones sociales y, sobre todo, atiende a sus propias pasiones. La única prioridad es su libertad, su deseo de aprender… y de disfrutar. Desde hoy en Van Dyck y Van Dyck Tormes.

Por su narrativa llena de hipérboles, sus escenarios de fantasía del XIX, su estética luminosa y sus perspectivas deformadas, Pobres criaturas solo podía estar dirigida por Yorgos Lanthimos. El griego (1972) es un nombre indispensable del cine de autor de este siglo ya desde 2009, cuando ganó en Cannes y en Sitges con su ópera prima. Canino presentó su estilo, incómodo, a ratos perverso, con pequeños destellos de ternura y escenas desconcertantes. Acostumbrado a las parábolas, después de reflexionar sobre la educación y el autoritarismo dirigió su dardo a las relaciones sentimentales, en la comedia negra y distópica Langosta (2015), candidata al Oscar a mejor guión. Ya rodada en lengua inglesa, supuso su primera colaboración con Colin Farrell, que continuaría en la aterradora El sacrificio de un ciervo sagrado (2017). El tono retorcido de aquella -con referencias a maestros como Buñuel o Haneke- dio paso a una obra más accesible para el gran público: La favorita (2018), que le valió a Olivia Colman una tonelada de galardones. Precisamente en ella conoció a su nueva musa, Emma Stone, con la que ya ha repetido en el cortometraje Bleat y en el largo Kind of Kindness, que se estrenará el año próximo. Si tomamos como referencia el tono de Pobres criaturas, mucho más amable, quién sabe si Lanthimos habrá dejado atrás definitivamente el cinismo y la crudeza de sus comienzos.

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