El sistema universitario se une frente a la futura EBAU

Las universidades públicas de los 17 distritos universitarios de España se han unido frente al borrador del Real Decreto de la Evaluación de Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU) porque, según aseguran en el documento de alegaciones presentado ante los ministerios de Educación y Formación Profesional y de Universidades, “compromete la viabilidad de las pruebas y de los procesos de admisión”.

Todas las instituciones públicas de enseñanza superior del país se han puesto de acuerdo para presentar el mismo texto de alegaciones al proyecto de la nueva Selectividad que el Gobierno quiere comenzar a aplicar a partir del año 2024. En el texto cuestionan desde la duración de las pruebas a los procedimientos de reclamaciones, pasando por la composición de los tribunales, el procedimiento de admisión y los plazos para las vacantes. En total, 20 propuestas de mejora para salvar una prueba fundamental para el ingreso de los estudiantes en la universidad.

El responsable de las pruebas de acceso en la Universidad de Salamanca, Emilio Calle, secunda todas las alegaciones presentadas al nuevo modelo de examen de la EBAU: “Me parecen muy acertadas”, asegura e insiste en que “las decisiones tomadas a la ligera y sin pensar podrían ser poco justas”.

Uno de los aspectos de la futura prueba que cuestionan los responsables de las universidades es la duración de los ejercicios, ya que pasa de los 90 minutos actuales a los 105 minutos fijados en el nuevo real decreto, lo que obligará a duplicar los días de duración de la prueba, pasando de los tres actuales a seis. “Prolongará innecesariamente el estado de tensión del alumnado en detrimento de su rendimiento”, advierten las instituciones académicas en sus alegaciones y alertan de que la propuesta supone la exclusión del acceso a la universidad del estudiantado que tiene derecho a adaptaciones de más tiempo, ya que este colectivo se tendrían que enfrentar a algo impensable como es la realización de entre 3 y 4 exámenes de 145 minutos de duración durante varias jornadas, lo que complicaría considerablemente su entrada en el sistema universitario.

Respecto a la composición de los tribunales, el borrador de la EBAU establece que estarán integrados por personal docente universitario y por funcionarios pertenecientes a los cuerpos de catedráticos y profesores de enseñanza Secundaria que impartan Bachillerato. Las universidades, sin embargo, piden que no sea una imposición, sino una preferencia, que participen funcionarios de Secundaria pues el profesorado que colabora lo hace de forma voluntaria y la desigual distribución por materias puede dar lugar a que no haya personal suficiente.

Igualmente, en las reclamaciones proponen que no sea un tribunal distinto el que realice la tercera corrección, sino un profesorado especialista, y alegan la necesidad de concretar la solicitud de una segunda corrección con un plazo fijo de tres días hábiles desde la publicación de las calificaciones, así como el procedimiento por el que se establece la calificación final, atando mucho más todos los cabos.

En cuanto a las plazas vacantes, que es una de las cuestiones que como novedad entra a regular el borrador del próximo real decreto, solicitan a los ministerios que se fije una fecha límite común a todas las universidades, el 15 de octubre, a partir de la cual darán por finalizado el proceso de matrícula.

Del mismo modo, las universidades proponen que el borrador incluya la explicación sobre el cálculo de la nota de admisión, de manera que indique la fórmula establecida con las posibles ponderaciones para que cuente con el apoyo legal necesario, y también exigen cambios relativos a los estudiantes extranjeros, de manera que se unifiquen las pruebas para todo este colectivo.

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