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La estructura de base rectangular en la que se realizará la excavación. | LAYA

El secreto de la inusual cabaña rectangular del Cerro de San Vicente

Un equipo de arqueólogos, respaldado por 25 universitarios, inicia una nueva excavación en el Cerro de San Vicente para descubrir los misterios de una estructura de la Edad de Hierro cuyo uso se desconoce

Miércoles, 3 de agosto 2022, 21:18

Tras un letargo de más de 2.500 años, un amuleto de la diosa egipcia Hathor, así como, al menos, otras seis piezas —como cuentas de collar y fragmentos de cerámica de fayenza— confirmaron que en el siglo VI antes de Cristo los primeros salmantinos ya recibían influencias egipcias y fenicias. Se documentó el fuego más antiguo de la ciudad, hace más de 2.600 años, un tiempo, en el que también se comprobó que ya se elaboraba el aceite de oliva y se utilizaba el torno por parte de los primeros alfareros. Estos hallazgos son posiblemente lo más llamativo de todo lo que el pasado verano revelaron las excavaciones arqueológicas realizadas en el poblado de la Edad de Hierro del Cerro de San Vicente. Un año después, un equipo dirigido por el arqueólogo municipal Carlos Macarro, los profesores de la Universidad de Salamanca Antonio Blanco y Juan Jesús Padilla, y la arqueóloga Cristina Alario, ilusionados tras los descubrimientos recientes, tienen ya el botijo preparado para enfrentarse a una nueva excavación durante las calurosas mañanas de todo agosto. Un trabajo que ya prometen “muy interesante” y en el que colaborarán 25 estudiantes de la Universidad de Salamanca. Será dentro del proyecto I+D+i “Arqueología del parentesco a través de la vivienda en la submeseta norte (1.800-400 a.C)”, incluido en el Plan Estatal de Investigación Científica y Técnica del Ministerio de Ciencia e Innovación, y respaldado por el Ayuntamiento de la capital, la Universidad de Salamanca y la Junta de Castilla y León.

Pero, ¿qué buscarán ahora? “El objetivo general es aumentar el conocimiento del yacimiento y en este caso nos vamos a centrar en una de las estructuras expuestas en la zona que se puede visitar. Es una estructura rectangular cuya función es ahora mismo una incógnita”, explica Alario. Aunque los arqueólogos no disponen de pruebas que determinen su fecha de construcción, se puede datar entre el 654 y el 575 antes de Cristo por la cercanía a la denominada “casa 1”, la cabaña del patriarca del poblado que se excavó el pasado verano y cuya destrucción en un incendio se ha estimado entre esas fechas.

La excavación será tanto en el interior como en el exterior del edificio. “Tenemos definido el contorno de sus muros y vamos a profundizar en el interior, donde se conservan algunos de los suelos de esta estructura; pero en estas construcciones en ocasiones hay suelos superpuestos. No sabemos si es el caso, pero queremos comprobar si debajo existen otros restos que nos puedan aportar datos sobre su uso”, apunta Alario. Por tamaño parece una casa, pero su configuración no es la de una de las viviendas habituales de aquel poblado. Hay que recordar que la mayoría de las que pueden observar ya los visitantes son circulares, y solo tenían forma cuadrada o rectangular otras construcciones más pequeñas usadas como silos o almacén. Pero, en este caso, no tiene el tamaño de una estructura auxiliar, sino que es lo suficientemente grande como para ser una vivienda.

También se excavará en el exterior porque se pueden “encontrar restos materiales vinculados al uso de la estructura, la basura que se echaba alrededor”.

“Nuestro objetivo es intentar profundizar un poco más en la secuencia para llegar a algunos niveles más antiguos”, explica la arqueóloga. A los hallazgos —cerámicas, huesos,...— y las muestras que se recojan durante esta nueva campaña se les aplicarán técnicas y análisis de laboratorio para tratar de obtener más información sobre ellos. Para este trabajo, cuentan con la colaboración de investigadores no solo de la Universidad de Salamanca, sino también de las de La Laguna, Granada, Santiago de Compostela, Burgos, Barcelona y el CSIC.

Todo este trabajo se desarrollará durante las mañanas de agosto, un mes en el que el Parque Arqueológico del Cerro de San Vicente continúa abierto a las visitas turísticas. De esta forma, aunque no coincidirán con los arqueólogos, quienes accedan a conocer los restos del poblado, y ya lo hubiesen hecho con anterioridad, podrán ver cómo la excavación va evolucionando, está “viva”, y va descubriendo poco a poco niveles ocultos de aquella primera “ciudad” de Salamanca que se estableció en el cerro entre los siglos VII y IV antes de Cristo. A los 400 metros de zona excavada en el Cerro que permiten observar los restos del poblado de la Edad de Hierro, se esperan sumar a lo largo de los próximos años, otras zonas cercanas aún pendientes de empezar a excavar, pero en las que se tiene constancia de la existencia de más cabañas de adobe.

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