El ritmo de recuperación de las consultas presenciales es más lento de lo esperado en Salamanca

Según las estadísticas publicadas por la Junta de Castilla y León, hasta el 30 de abril se habían realizado cerca de 715.000 consultas -de Medicina de Familia- en la provincia de Salamanca, de las que 347.160 fueron presenciales y 372.143 se atendieron a través del teléfono: un 48%-52% a favor del teléfono.

Es en los centros de salud urbanos donde más se está utilizando la consulta telefónica. Así, en lo que va de año -sin contar los datos de mayo- solo el 44% de las consultas en el área urbana han sido presenciales. En las zonas rurales es al revés: el 54% de las consultas sí fueron presenciales. “En el ámbito rural la presencialidad tiene, si cabe, más impacto porque si ya de por sí tienes menos días de consulta que en los grandes núcleos, si encima no les recibes en persona se les hace mucho daño”. reconocen fuentes de Sacyl que consideran prioritario aumentar estas cifras.

Lo llamativo de estas cifras es que todavía se parecen demasiado a las de 2021, a pesar de que la situación de la pandemia o de las restricciones asociadas ya no tiene nada que ver.

El 58% de los más de 2 millones de citas realizadas durante el pasado año fueron atendidas por teléfono, frente al 40% en los que sí se vio a los pacientes en la consulta para atender sus problemas de salud, según el portal de Datos Abiertos de la Consejería de Sanidad de Castilla y León.

Los centros de salud urbanos fueron los que más utilizaron el teléfono. La zona de salud que ha visto a menos pacientes pasar por consulta ha sido La Alamedilla con el 83% atendidas por vía telefónica de las 95.600 citas atendidas. Superior a la media también se encuentran Universidad Centro, Filiberto Villalobos, Elena Ginel (Tejares) y Capuchinos. En ninguno de los consultorios de la capital, ver al paciente en consulta superó a los que se atendieron por teléfono.

El impacto de la pandemia provocó que hasta el mes de mayo, el ciudadano no pudiera presentarse en el consultorio directamente tras pedir una cita. Era evaluado previamente en una conversación telefónica y solo si era estrictamente necesario se veía de forma presencial. Fue a partir del quinto mes de mayo cuando la Consejería de Sanidad optó por cambiar esta regla y que fuera el propio ciudadano el que eligiera la forma de atención: presencial o telefónica que se mantiene hasta la fecha.

En los primeros meses de 2022 sí que se aprecia un incremento de la consulta presencial en comparación con los del pasado año, pero no tanto como cabría esperar ahora que los ciudadanos tienen la posibilidad de elegir si prefieren ser atendidos en persona o por teléfono.

También coincide el hecho de que marzo sea el más más intenso en los centros de salud de Salamanca. El pasado año se superaron las 205.000 consultas, y en este 2022 han sido más de 194.000.

Castilla y León tiene siete meses por delante para ir cambiando esa tendencia y dar un vuelco a la atención sanitaria y alcanzar ese 80% de presencialidad que Sacyl se ha marcado como reto para finales de año.