El proyecto de la Universidad de Salamanca para ahorrar un 30% en electricidad

La Universidad de Salamanca cubrirá las azoteas de una gran parte de sus edificios de paneles fotovoltaicos con el fin de reducir las emisiones de CO2 y a la vez reducir los costes de consumo energético, que se han disparado por la subida de precios del gas.

Una veintena de edificios de Salamanca y dos inmuebles del Campus Viriato en Zamora serán objeto de la actuación que ya ha sacado a concurso el Vicerrectorado de Economía, encabezado por Javier González Benito, con el objetivo de cubrir, de media, hasta el 25% de las necesidades eléctricas de los edificios en los que se instalen. “En un contexto de precios normales, puede suponer un ahorro de más del 30%”, calcula Pedro Calero, profesor de Economía Aplicada que dirige el proyecto.

La mayor parte de los edificios en los que se colocarán los paneles fotovoltaicos están situados en el Campus Unamuno, grandes inmuebles con espaciosas azoteas que tienen un importante potencial de aprovechamiento por su exposición solar, según figura en la memoria justificativa del proyecto con un presupuesto estimado superior a los 3,5 millones de euros. La parte más importante del proyecto corresponde a los edificios de la Facultad de Derecho y la biblioteca Francisco de Vitoria, pues son inmuebles con un gran consumo de energía eléctrica que, sin embargo, se consideran un único punto, lo que permitirá instalar una potencia mayor: 700 kilovatios de los 2 megavatios totales, explica Calero.

El pabellón Unamuno, las facultades de Farmacia y de Medicina; el Colegio Mayor de Oviedo; el edificio FES, tanto en aulario como el departamental; la Facultad de Biología formada por tres inmuebles; y la de Enfermería y Fisioterapia serán objeto de esta actuación que se extenderá también al Instituto de Neurociencias de Castilla y León (Incyl) y el Colegio Mayor San Bartolomé, en las inmediaciones del Campus Unamuno. Además, forman parte de la propuesta el CIALE, en el Parque Científico; el edificio Cossío de la Facultad de Educación; los inmuebles de Bellas Artes y Psicología, en Ciudad Jardín; y el polideportivo y el edificio de Piedra del Campus Viriato de Zamora.

El número de paneles que se instalará está aún por determinar, pues dependerá de las propuestas que presenten las empresas interesadas, así como de la orientación de las cubiertas y otras cuestiones técnicas. La compañía a la que se le adjudique el proyecto tendrá 17 meses por delante para llevar a cabo la instalación de los paneles y su posterior mantenimiento, de manera que no será hasta el curso 2023-24 cuando los equipos estarán en funcionamiento y la Universidad incorporará, como consecuencia, una nueva fuente de energía a un precio inferior al del mercado libre con la que, según los cálculos, cubrirá una cuarta parte de las necesidades eléctricas de cada edificios y del 8 por ciento del conjunto de la institución, pues hay que recordar que los inmuebles situados en el casco histórico de la ciudad no están incluidos en esta actuación. Es el caso de las facultades de Geografía e Historia, Filología, Traducción y Documentación, Ciencias y Ciencias Químicas, para las que se están estudiando otras alternativas.

La empresa adjudicataria asumirá el coste de la instalación de los paneles y los equipos necesarios para la producción de energía fotovoltaica en régimen de autoconsumo y facturará a la Universidad la energía que consuma procedente de este parque fotovoltaico a un precio que no podrá ser superior a los 7 céntimos de euro el kilovatio hora, muy por debajo de los 20 céntimos / kilovatio hora que puede obtener cualquier consumidor en las ofertas actuales. “Nos garantizaríamos 7 céntimos / kilovatio hora en la parte autoconsumida, que es el precio de salida fijado en la licitación y que puede ser incluso mejorado en función del número de licitadores y de su estrategia a la hora de presentar ofertas”, insiste Pedro Calero.

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