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Un grupo de excursionistas en el tramo final de la ruta del Pozo de los Humos. L.G.
El peligro de los inexpertos en las rutas senderistas

El peligro de los inexpertos en las rutas senderistas

Las rutas por el campo han aumentado con el cierre perimetral y con ellas los rescates, principalmente por caídas y falta de orientación. Según la Guardia Civil, existe una gran falta de previsión

Domingo, 28 de febrero 2021, 18:32

Si hay algo que ha conseguido la pandemia es llenar los pueblos de vida. El cierre perimetral y las limitaciones a la hora de viajar han hecho que muchos hayan decidido incluir en sus planes de fin de semana rutas por el campo y prueba de ello son las multitudinarias imágenes que se están registrando estos días en uno de los sitios más turísticos de la provincia, el Pozo de los Humos. Sin embargo, convertirse en senderista de la noche a la mañana no siempre es una buena opción y la Guardia Civil asegura que los rescates, principalmente por caídas y gente desorientada, han aumentado notablemente en las últimas semanas. “Solo el fin de semana de Carnaval tuvimos cinco intervenciones en el Pozo de los Humos. Fue una afluencia de público que hacía tiempo que no se veía”. La falta de previsión a la hora de partir, según el Instituto Armado, es el principal problema.

Así lo asegura el teniente David Rebate, quien reconoce que la población que no está acostumbrada a realizar este deporte no planifica las rutas como debería. “Nos encontramos con gente que no lleva el calzado adecuado, que no tiene la capacidad física, que quiere meter el coche hasta el mismo inicio de la ruta y se quedan atascados...”, explica.

Es por ello que lo primero que hay tener en cuenta, afirma, es saber las necesidades de cada uno. “Hay un sinfín de páginas web que informan del nivel de dificultad. Hay que tener en cuenta si vamos con niños, con mayores, si estamos acostumbrados a hacer deporte, saber cómo está el terreno... y una vez elegida la ruta valorar si tenemos que llevar ropa de abrigo, más o menos agua, algún gel de hidratación... Y siempre un calzado adecuado y la batería del móvil cargada, porque es fundamental”, indica.

Además, es importante que a la hora de planificar los interesados no solo se fijen en los kilómetros de distancia de la caminata, sino de los desniveles de esta, ya que en la mayoría de los casos son el gran problema. “Yo diría que la zona que mayor peligro presenta de la provincia es Las Arribes precisamente por los grandes desniveles que tiene. Vas andando, parece que no hay nada, quitas una mata y de repente hay 50 metros de caída. También ocurre que la gente comienza a descender por las rocas y cuando se dan cuenta está en un punto que no puede seguir bajando ni volver a subir”, relata.

Y ello supone un peligro no solo para la persona en cuestión sino también para los equipos de emergencia. “Cuando se trata de zonas de difícil acceso no queda otra que llegar a pie. Por ejemplo días atrás tuvimos que rescatar a una persona que se había lesionado una pierna en el Pozo de los Humos y lo hicimos a pulso, subiéndole hasta la ambulancia en camilla. Eso supone un esfuerzo importante y ya si ha caído la noche pues lógicamente es una tarea realmente complicada”, explica Rebate.

De ahí que para la Guardia Civil sea vital “ir a tiro hecho” y conocer con la mayor precisión posible el lugar donde se encuentran las víctimas. Por eso recomiendan AlertCops. “Se trata de una aplicación móvil donde previamente registramos la ruta que vamos a seguir y permite indicar a otras personas el camino que estás tomando. De tal forma, si un niño durante una excursión se pierde, solo con pulsar un botón saltaría una alarma a su padre o madre y a los Cuerpos de Seguridad con la posición de su teléfono, por lo que la evacuación sería mucho más rápida”.

Otra de las imprudencias que muchos comenten es salirse de las sendas marcadas. “La gente echa a andar, se sale del itinerario y cuando se da cuenta está metido en una zona de la que no puede salir. El tiempo va corriendo y cuando nos hemos dado cuenta es de noche. De ahí que incidamos tanto en la planificación: hay que mirar también a qué hora anochece, calcular el tiempo de la ruta y ser previsores para que cuando se esté yendo la luz estemos al menos en un camino accesible”.

Pero, ¿qué hacer si no hemos sido previsores y ya estamos perdidos en mitad de la nada? Tal y como explica el teniente, lo primero es abrigarse y mantenerse hidratado, ya que el frío nos puede entumecer. En segundo lugar, en caso de que no consiguiéramos contactar con emergencias por falta de cobertura, hay que intentar llegar a una zona elevada, siempre evitando peligros y sin separarse del grupo. “No hay que separarse jamás y hagamos lo que hagamos que sea sin riesgo: no ponerse a andar como un loco o escalar”. En caso de que no consigamos dar la voz de alerta por teléfono, lo recomendable es buscar una zona despejada para que si se moviliza el helicóptero nos vea y realizar algún tipo de destello, bien con una linterna o con el teléfono móvil.

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