El nuevo Hospital de Salamanca abrirá en noviembre la cocina y los servicios centrales

El nuevo Hospital de Salamanca apunta a estar operativo -en parte- a partir del mes de noviembre, con el traslado de la cocina y de los servicios centrales.

La intención de los responsables del Complejo es que la nueva cocina coincida funcionando junto con la del Clínico y Virgen de la Vega para, progresivamente, ir cerrando las viejas y apoyarse exclusivamente en una instalación que ha costado más de 5 millones de euros y tiene capacidad para servir más de 1.000 menús diarios.

Por su parte, los servicios centrales son aquellos departamentos en los que se apoya prácticamente todo el Hospital: laboratorios y análisis clínicos, Farmacia Hospitalaria, Anatomía Patológica, Radiodiagnóstico, etc).

El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, ya anticipó el día en que visitó oficialmente las obras que “a finales de año se producirá el traslado de alguno servicios”. Ese plan se matiza en las dos área señaladas -cocina y servicios centrales- a partir de noviembre.

El resto de los servicios del Complejo tienen marcado en rojo en el calendario el mes de julio de 2021, aunque el cronograma exacto del traslado va a depender de la empresa que ejecute esta gigantesca mudanza.

El Hospital acaba de licitar el contrato para la ‘Planificación y traslado al nuevo Hospital’ por un presupuesto que ronda el millón de euros (956.241 euros).

La previsión es que este contrato pueda estar adjudicado “a finales de septiembre o primera quincena de octubre” y el plazo de ejecución total es de 12 meses, incluyendo también el laborioso traslado de todas las consulta al Virgen de la Vega.

La responsabilidad de la empresa que ejecute el traslado implicará miles de elementos (1.500 equipos de electromecánica, 2.100 equipos cedidos de electromecánica, 2.000 ordenadores, material quirúrgico, millones de unidades de almacén, documentos...). En resumen, lo único que no tendrán que trasladar será a los pacientes, los equipos de alta tecnología -de eso se encargan las firmas fabricantes, que lo instalan y ponen en marcha-, las mercancías químicas y biológicas peligrosas -lo harán proveedores especializados- y el mobiliario general, porque será considerado íntegramente nuevo.

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