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Lunes, 4 de abril 2022, 10:44
La Junta ha apostado por un “remedio” natural para reducir la cifra de accidentes de tráfico provocados por la fauna salvaje. Las pruebas realizadas con un repelente con feromonas de lobo en 2020 y 2021 han demostrado su utilidad, razón por la que acaba de adjudicar un contrato para extender la aplicación de la medida a más carreteras de la provincia salmantina.
El repelente fue utilizado por primera vez de manera experimental en 2020 en varios tramos de la CL-517, SA-300, SA-315, SA-324 y SA-302. La actuación se volvió a repetir también en 2021 y tras dos años los resultados en Salamanca y en el resto de la Comunidad han evidenciado su éxito. La Junta señala que gracias a las feromonas del lobo se han reducido los atropellos de fauna salvaje en un 25%, cuando en años anteriores la tendencia era a un incremento exponencial de ese tipo de accidentes, recuerda.
A la vista de los resultados, el Servicio Territorial de Fomento de Salamanca ha adjudicado un contrato para tratar con este repelente natural los márgenes de ocho carreteras salmantinas. Se trata de la CL-510 (Salamanca-Piedrahita), CL-512 (Salamanca-La Sierra), CL-517 (Salamanca-Vitigudino), SA-201 (Tamames-La Alberca), SA-300 (Salamanca-Ledesma), SA-302 (Ledesma-Trabanca), SA-315 (La Fuente de San Esteban-Trabanca) y la SA-324 (Lumbrales-Ciudad Rodrigo). Los tramos en los que se intervendrá, que suman 92 kilómetros, son los que registran más siniestros con fauna salvaje. La Junta ha incluido, por ejemplo, las travesías de Villaseco, Villar de Peralonso, El Tomillar o Cerralbo. El valor del contrato asciende a más de 48.000 euros.
La actuación combina el rociado periódico de los márgenes de las carreteras con una mezcla de feromonas concentradas de lobo con una resina pegante repelente a la lluvia y nieve. No se hace de manera continua, ya que se dejan “ventanas” para facilitar el paso de los animales salvajes. En esas zonas se ha efectuado previamente un segado y desbroce de vegetación más profundo para facilitar el paso de los animales con mayor visibilidad, además de reforzar la seguridad vial con una señalización de mayor intensidad para advertir a los conductores. El tratamiento con repelente ha de repetirse cada tres meses, además de implicar la limpieza periódica de vegetación en esas “ventanas” para que el paso de los animales sea seguro.
El delegado territorial de la Junta en Salamanca, Eloy Ruiz, asegura que este tratamiento novedoso evitará accidentes provocados por animales salvajes en nuestras carreteras. “La aplicación del producto, que ya ha demostrado su eficacia en otras zonas, va acompañada de medidas para facilitar que los animales crucen las carreteras. Así evitamos que lo hagan por los puntos más peligrosos”, expone.
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