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Jueves, 19 de agosto 2021, 19:24
La declaración del primer estado de alarma y el confinamiento domiciliario condujo la actividad económica a una parálisis casi generalizada. Un efecto que en el caso de la construcción solo duró unos meses. A partir de otoño las ventas comenzaron a animarse, lo que ha animado a las promotoras a relanzar proyectos que habían quedado temporalmente aparcados e incluso a apostar por otros nuevos. Un hecho que se ha traducido en lo que va de 2021 en un incremento de los visados para nuevas viviendas que llegan al Colegio de Arquitectos.
“El sector ha salido reforzado con la pandemia. Es cierto que hubo tres o cuatro meses de parón, pero la actividad se ha recuperado e incluso se ha revalorizado la inversión en viviendas y también en las reformas”, afirma Ángel Herrero, presidente de los arquitectos de Salamanca. Los datos lo confirman. El Ministerio de Transportes recoge que hasta mayo se han presentado para visar en Salamanca 212 viviendas. La cifra no es muy elevada, sobre todo si comparamos con la “burbuja inmobiliaria” de principios del siglo XXI, pero se trata del mayor número de los últimos nueve años. El año pasado, por la pandemia, se quedaron en solo 114, pero en 2019, un año normal, se habían visado en los cinco primeros meses del año un total de 156.
La apuesta por construir viviendas responde a que las ventas no se han paralizado pese a la crisis económica. En Salamanca se han vendido 1.378 viviendas de enero a junio. Se trata de un 20% más que en el mismo periodo del año pasado y solo un 9% menos que en 2019. No obstante, si miramos más atrás, se trata del segundo mejor resultado de la última década, solo superado por los registros de ese 2019. Las claves que han permitido al sector inmobiliario sortear la crisis son varias: el ahorro de muchas familias durante la pandemia, los bajos intereses que pagan los bancos por los depósitos de los ahorradores que invitan a invertir, las herencias recibidas y la posibilidad de obtener préstamos baratos.
Ante esta situación, la redacción de nuevos proyectos ha repuntado en el comienzo del año, pero las empresas se han encontrado con un nuevo obstáculo: la subida de precios de los materiales. Los de tipo metálico como acero, hierro o aluminio, así como los utilizados para el aislamiento de edificios, e incluso la madera, acumulan varios meses con importantes subidas de precios, lo que preocupa al sector. “Ha pillado a contrapié”, reconoce Ángel Herrero, que apunta que los problemas están surgiendo ahora. “Hay proyectos, pero cuesta arrancarlos porque existe miedo a dar presupuestos cerrados ante el incremento de los materiales”, explica.
Ángel Herrero señala que los promotores que tenían en construcción viviendas están intentando llegar a acuerdos para terminarlos, mientras que el resto están pendientes de lo que pueda ocurrir en el futuro con el precio de los materiales. “Es lógico que exista incertidumbre y lo más seguro es que las viviendas se encarezcan. Los materiales representan alrededor del 50% del coste de la construcción, el resto es la mano de obra”, admite el presidente de los arquitectos salmantinos.
Otra cuestión que inquieta al sector es la falta de trabajadores. Si en años anteriores, por esta época, ya había problemas, este año han aumentado porque la actividad en reformas ha aumentado. La crisis de 2008 “empujó” a muchos obreros a otros sectores y ahora resulta difícil reengancharlos, además de que hay pocos jóvenes que se incorporen.
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