El infierno que viven a diario los que trabajan bajo el sol en Salamanca

Sudores y sofocos se apoderan de viandantes como Sofía González, a la hora de pisar la calle: “¡Este calor es un infierno! Salgo a la calle y no puedo dar ni dos pasos”, afirma acalorada. Mayores y niños son los colectivo de más riesgo frente al alto calor “Intento seguir las indicaciones de las noticias, buscando la sombra y bebiendo mucha agua”, recalca Sofía mostrando una botella de agua.

Otro sector muy afectado por esta ola es el de los guías turísticos como Marga Sánchez: “Nos toca convivir con el frío y el calor. Es nuestro trabajo”, apunta. El extremo calor condiciona los horarios de las visitas: “Tenemos que empezar antes o más tarde, ya que la mayoría de los turistas son de avanzada edad”, explica la guía turística. “La solución para convivir con estas temperaturas es beber mucha agua, intentar ir por las zonas más frescas de la ciudad y refrescarnos en el interior de los monumentos”, recomienda.