El histórico batacazo de las rebajas en Salamanca

Las colas de personas a las puertas de algunas de las tiendas de la calle Toro son solo un espejismo. Tras los diez primeros días de rebajas de enero, los que tradicionalmente eran “la mejor época de ventas” del año, según explica el secretario general de Aesco, Antonio Flórez, ha pasado a ser “el peor fin de semana de rebajas” en mucho tiempo en Salamanca. “Teníamos una previsión de aumentar las ventas en torno al 4% y hemos registrado un desplome del 30-40%”, lamenta Flórez.

A las ya restrictivas medidas por el COVID, que imponen limitaciones de aforos y distancia de seguridad, hay que añadir un nuevo factor: la borrasca “Filomena”, que ha causado estragos en la evolución de las ventas. “La mala climatología nos ha afectado muchísimo. Teníamos importantes expectativas en el primer fin de semana de rebajas, pero la inclemencia del tiempo ha hecho que estos días hayan sido realmente malos”, explican desde Aesco. Este mal arranque de rebajas es suscrito desde los propios establecimientos. “El cliente no está viniendo como antes” o “se notan mucho la limitación de aforos”, comentan varias encargadas.

Las previsiones no son mucho más halagüeñas con el nuevo toque de queda. “Si hay un menor número de horas de apertura, las ventas seguirán cayendo”, sentencia Flórez.

El secretario de Aesco, Antonio Flórez, recuerda que el “comercio es una actividad inocua” en cuanto a la posibilidad de contagio, que viene actuando con “absoluta responsabilidad”, con el cumplimiento de los protocolos de higiene frente al COVID. Todos los establecimientos cuentan con limitaciones de aforo, desinfectantes en varios puntos de la tienda y circuitos de salida y entrada para los clientes.

Desde el sector reclaman a las autoridades una mayor “previsión” y la posibilidad de anunciar las medidas con más anticipación para que los empresarios y trabajadores tengan ocasión de adaptarse.

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