El Gobierno abre la puerta a liberalizar rutas de autobús y el sector pide regulación

El Gobierno ha iniciado el proceso necesario para liberalizar el transporte de viajeros por carretera, lo que permitirá la entrada de la competencia y la actividad de varias empresas en algunas líneas interurbanas, tal y como ya pasa en otros países europeos. Esta semana, el Gobierno aprobó el anteproyecto de la nueva Ley de Movilidad Sostenible que creará un nuevo mapa de concesiones para el año 2024. De esta forma, por primera vez, se autorizará al Consejo de Ministros a permitir que algunas rutas de autobús queden liberalizadas, como ya ha ocurrido en el ámbito ferroviario y que ha supuesto la entrada de dos nuevas compañías competidoras de Renfe.

La patronal Aesbus (Asociación de Empresarios Salmantinos de Transporte de Viajeros en Autobús) valora positivamente la liberalización de las líneas nacionales, aunque con matices. “En teoría todo está muy bien, pero debería estar muy bien regulado para garantizar el transporte público a todo el mundo, porque todos los operadores querrán hacer las líneas regulares más rentables, tal y como están haciendo en las líneas internacionales”, advierte a este periódico Antonio Pablos, presidente de Aesbus.

Desde el Ministerio de Transportes aclaran a Europa Press que ninguna ruta con una concesión vigente se abrirá a la competencia, sino que solo afectará a las concesiones vencidas, así como al resto, una vez vayan caducando. Asimismo, la entrada no comenzará con la iniciativa de la empresa, sino del Gobierno, que decidirá primero qué líneas abrir.

En Salamanca, en la actualidad, hay cinco concesiones de rutas nacionales de transporte de viajeros por carretera, que salen o pasan por Salamanca y que enlazan con Galicia, País Vasco, Asturias, Cantabria, Extremadura, Andalucía, Cataluña y Madrid. Según explica Pablos, las concesiones en Salamanca están todas vencidas, pero hasta que salgan de nuevo a concurso, las empresas las siguen haciendo.

Por otra parte, la Ley de Movilidad también habilitará a los ayuntamientos a establecer peajes urbanos en sus zonas de bajas emisiones, algo que en Salamanca ya ha descartado el alcalde Carlos García Carbayo y que aplaude la patronal de autobuses. “Se quiere copiar el modelo europeo, pero no estamos aquí para más tasas, y con el agravante del precio del gasoil y todos su derivados”, agrega.

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