El fin del estacionamiento en doble fila a la puerta de los colegios llega a Salamanca

Ni la excesiva permisividad municipal que imperó durante años, ni la llegada del polémico “multacar” hace una década, ni siquiera la “guerra de multas” que emprendió la Policía Local en 2018 y llevó a los padres de algunos centros escolares, como Maestro Ávila, a protestar al Ayuntamiento consiguieron poner orden y acabar con la doble fila y los vehículos subidos a las aceras en las entradas y salidas de los colegios de Salamanca. La opción por la que se ha decantado el actual concejal de Seguridad Ciudadana, Fernando Carabias, son las fórmulas ‘a medida’ de cada centro escolar. En los últimos dos años, el Ayuntamiento ha ido habilitando espacios, incluso restringiendo el tráfico en algunas calles, para facilitar a los padres la recogida de sus hijos, pero con la próxima implantación de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) en el centro de la ciudad y sus limitaciones de circulación, el Consistorio ya se ha puesto a trabajar en una nueva reorganización que reduzca los estacionamientos indebidos y los consiguientes peligros para los peatones que se repiten a esas horas puntas de las jornadas escolares.

Aunque aún hay quien incumple, la labor desarrollada por la Policía Local durante las últimas semanas en el entorno del colegio Santa Teresa de Jesús (Teresianas) se ha hecho notar. Mediante controles diarios de los agentes, se ha evitado que los padres aparcasen en el arcén de la avenida Raimundo de Borgoña —acceso Norte de la ciudad— o en la vía de servicio paralela. Muchos han empezado a estacionar en los aparcamientos en superficie próximos.

Tras un estudio de diferentes alternativas, el Ayuntamiento confirmará, previsiblemente esta semana, al colegio San José de Calasanz que el próximo curso no se permitirá el estacionamiento en doble fila en el paseo de Canalejas. Ante este anuncio ya previsto, en las últimas semanas se ha reducido la doble fila en su entorno. Planteará al centro que se trate de llegar a un acuerdo para que los padres de los alumnos puedan utilizar el parking que se encuentra bajo el colegio. Para facilitar el acceso, entre otros motivos, la Concejalía de Fomento proyecta la construcción de una glorieta en la avenida de la Aldehuela que permita un cambio de sentido a los vehículos procedentes de Canalejas para llegar más fácilmente al aparcamiento subterráneo.

La ZBE afectará de lleno a quienes llevan a sus hijos en coche al colegio Santa Catalina, ya que el acceso de los vehículos más contaminantes se verá limitado, a lo que se sumarán más vías peatonales en este entorno. Por ello, desde Seguridad Ciudadana se plantea aprovechar las vías cerradas al tráfico para habilitar un camino seguro por el que los escolares puedan llegar al colegio desde un punto próximo en el que se permita estacionar —como la calle Sierpes— y que, con el futuro cierre de la calle Ancha, no se colapse la Vaguada de la Palma ni la Cuesta de San Blas. Por su parte, el Campo Charro ya ha sentado las bases para la creación de un camino escolar seguro, que podría activarse el próximo curso.

A todo ello, se suman medidas adoptadas a lo largo de este curso, como eliminar estacionamiento en Profesor Sáez para ampliar el área peatonal frente al Juan Jaén, o la reserva de estacionamientos en las calles Padilla y San Francisco Javier para las familias de los escolares de San Juan Bosco.

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