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Viernes, 15 de abril 2022, 21:39
La falta de mano de obra se puede convertir en un mal endémico sobre todo en dos sectores salmantinos: la construcción y la hostelería. Este último aborda la Semana Santa con preocupación ante la falta de trabajadores cualificados, a lo que se añade la incertidumbre por los cambios impuestos por la última Reforma Laboral que afectan de lleno al personal eventual que necesita para sacar adelante el incremento de trabajo de esta época y de los eventos que se firmen a partir de ahora.
“Los empresarios tienen muchos problemas para contratar a personal, no se encuentra”, insiste el presidente de la Asociación de Hostelería de Salamanca, Álvaro Juanes. “Próximamente serviremos una boda. Además de la plantilla habitual necesito a 12 trabajadores y no localizo a nadie”, confiesa Francisco García vocal de la agrupación. El colectivo recurre a las Empresas de Trabajo Temporal, pero tampoco disponen de suficiente plantilla para hacer frente al incremento del trabajo que se afronta una vez que se ha retomado la normalidad tras la pandemia. Por el momento no se han suspendido eventos por esta causa, pero los hosteleros ya avisan que tendrán “problemas”, a pesar de que se trata de una carencia que se arrastrada desde hace más de dos años.
El colectivo negocia en este momento el convenio laboral en el que con toda probabilidad se subirá a 56 euros la jornada diaria de los trabajadores eventuales, pero algunos empresarios constatan que la mayoría ya cobra entre 60 y 70 euros por jornada, en el caso de que la celebración se desarrolle fuera de la sede de la empresa.
La incertidumbre es máxima ante la llegada de mayo y el inicio de las celebraciones de comuniones. “Sabemos que los restaurantes ya están llenos, pero ¿quién los atenderá?”, se pregunta Francisco García. Este es el principal escollo del colectivo, que además tiene que hacer frente al incremento de los precios de la energía y de los suministros. Los costes por cubierto que se contrataron el pasado mes de octubre están completamente obsoletos tras el galopante incremento de la inflación desde entonces.
Para rematar, la reciente entrada en vigor de la Reforma Laboral dificulta la firma de contratos temporales, ya que cada baja en los acuerdos de menos de 30 días se castiga con una penalización de 26 euros.
En el caso de los extras por fines de semana los costes se multiplicarían, por lo que los hosteleros optan estos días por hacer fijos o fijos discontinuos a estos trabajadores eventuales, que también se ajustan a jornada parcial por unas pocas horas a la semana. Si hay fines de semana que nos les necesitan, los empresarios tienen que asumir el coste del trabajador que se queda en su casa, lo que también va a encarecer los servicios. A pesar del aumento de costes, el sector lo tiene claro: por el momento no trasladará la subida de materias primas y de la energía a los clientes.
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