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Sábado, 9 de enero 2021, 23:13
Pedro Madrid Ruano lleva retenido desde el viernes por la tarde en un polígono industrial de Ciempozuelos, en la comunidad de Madrid, y está viendo la peor cara de la borrasca “Filomena”.
“Salí de Macotera el domingo por la noche con el camión y subía desde Valencia cargado de refrescos de cola para descargar en los almacenes de una gran cadena de supermercados. Cuando empezó a nevar me pararon en el kilómetro 90 de la carretera de Valencia y allí estuve tres horas y luego nos dieron paso y logré llegar hasta aquí y descargar la mercancía el viernes por la tarde. Desde entonces ya no nos han dejado salir de aquí”, comenta el camionero.
Con una larga trayectoria profesional al volante, Pedro Madrid, como tantos otros camioneros, está acostumbrado a las dificultades que pueden surgir durante el invierno. “Hace años me tocó quedarme retenido en Albacete y otra vez en Villacastín (Segovia), las dos por nieve, pero te aseguro que como esta vez no ha sido ninguna de las anteriores”, reconoce.
El polígono de Ciempozuelos se encuentra lleno de camiones atrapados por la nevada que la Guardia Civil ha ido derivando hacia esta zona. “En el interior de la plataforma logística de los supermercados hay una cafetería y esta mañana ha estado abierta y les han dado orden de que nos dieran bocadillos y café gratis que es un gesto muy de agradecer. La mañana se ha pasado algo mejor precisamente porque teníamos la cafetería abierta pero ahora la tarde se hace muy larga metidos ya en las cabinas de los camiones hasta la hora de dormir”, añade.
“En mi caso procuro entretenerme escuchando la radio, leyendo, también mirando el Facebook en el móvil y la familia también me llama y hablo con ellos que siempre da ánimos para afrontar situaciones así”, reconoce Pedro Madrid.
Sin saber si hoy domingo tendrán la misma suerte y encontrarán abierta la cafetería, aunque sea solamente hasta mediodía, Pedro y el resto de camioneros se preparan para echar mano de las reservas que llevan. “Casi todos tenemos un pequeño infernillo para calentarnos la comida y así nos vamos apañando en estos casos”, explica.
Pedro confía en volver pronto a Macotera pero afirma que “está despejado y se prepara una buena helada así que mañana seguro que estará peor y no sabemos cuántas horas o días más nos tocará quedarnos aquí”.
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