El Ayuntamiento no ha encontrado en años ningún piso del ‘banco malo’ que mereciera la pena adquirir

Ya en noviembre de 2015 y dentro del pacto para la vivienda que el Ejecutivo del entonces alcalde y hoy presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, ofreció a los grupos de la oposición, se establecía la colaboración del Consistorio con el Estado, la Junta, entidades financieras y la Sareb para poder ofrecer más viviendas de alquiler social. Y hace poco más de año y medio, a finales de 2021, los concejales del Grupo Mixto (Podemos e IU) y del PSOE llevaron una moción al pleno para iniciar una negociación con la Sareb y entidades bancarias para poner a disposición de alquiler social viviendas vacías en Salamanca. La iniciativa fue rechazada y el edil de Fomento, Fernando Carabias, aconsejó que esta petición la hicieran al Gobierno de la nación puesto que el Sareb tiene una amplia representación del Estado. Y el pasado mes, la agrupación Stop Desahucios reclamó al Ayuntamiento que adquiriese los bienes de la Sareb y los destinase a vivienda social. En la mayoría de los casos se trata de inmuebles cuyo mal estado de conservación, deficiencias, ubicación o gran necesidad de reforma han hecho que ni siquiera el “banco malo”, y pese a los precios por debajo del mercado a los que los ofrece, haya conseguido para ellos un comprador en los últimos años.

Al margen de los inmuebles ya construidos de los que dispone la Sareb, la estrategia planteada por el Gobierno central también pondrá en marcha un proyecto de cesión de suelo urbanizable para la construcción de unas 15.000 viviendas adicionales en toda España que se pretenden desarrollar a través de la colaboración público-privada. Ofrecerá a las administraciones públicas la venta de suelos tanto para la construcción de edificios residenciales, como de hospitales, escuelas u otros espacios públicos. Desde la constitución del “banco malo”, el Ayuntamiento de Salamanca tampoco ha adquirido ninguno de estos terrenos, muchos de ellos adquiridos durante la anterior crisis financiera para liberar a los bancos de bienes difícilmente vendibles y dotarlos, al mismo tiempo, de una mayor liquidez.