El aviso de la construcción ante el aumento del precio de las obras públicas

El sector de la construcción se ha caracterizado por su fortaleza. Un gremio que no asumía más trabajo fundamentalmente por no disponer de mano de obra. Todo cambió cuando la reactivación económica tras la pandemia incrementó la demanda de materiales fabricados en factorías que aún no trabajaban al 100% por el efecto de los paros para reducir los contagios.

A esto se le sumó el incremento de precios de la energía desde el mes de marzo, que incrementó los costes de los materiales aún más por el encarecimiento del proceso de fabricación y distribución. A estos factores se le une ahora que no todas las administraciones han puesto la carne en el asador para actualizar los precios de los proyectos que licitan, obras planeadas en los años 2019 y 2020 que se quedan totalmente obsoletas en relación a los precios, ya que los costes se han disparado desde entonces.

“Mucha gente está dejando las obras porque no puede ejecutarlas a esos precios tan bajos, otras licitaciones se quedan desiertas y eso afecta al empleo”, advierte el presidente de la Asociación de Empresarios Salmantinos de la Construcción (AESCON), Manuel Prieto. “Las licitaciones desiertas son cada vez más, hay administraciones que publican licitaciones con precios de proyectos de 2020 y 2019. Así no se puede”, insiste.

Aclara que la primera institución en reaccionar fue el Ayuntamiento de Salamanca, así como la Diputación, cuyas últimas obras ya recogen el incremento de los precios de los materiales. Insiste que el resto de proyectos públicos, como no incrementen los presupuestos de licitación, “suponen abandono directo de obra e incremento del paro”.

Prieto denuncia que algunas administraciones son muy lentas a la hora de aplicar estos incrementos de precios, “prácticamente en todos los sitios las adjudicaciones de obras se quedan desiertas”. Por otro lado, el presidente de la agrupación de constructores salmantinos ACONSA, Javier Tamames, achaca el incremento del paro en la construcción a una reducción de la actividad por la llegada del mal tiempo, pero también por el temor a una próxima recesión, cuyo anuncio ya retrae a los clientes de contratar trabajos.

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