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Lunes, 28 de junio 2021, 10:30
Hace más de tres años que el Ayuntamiento presentó por primera vez sus alegaciones y propuestas de mejora al proyecto de adecuación de gálibos vinculado a la electrificación de la línea férrea Salamanca-Fuentes de Oñoro. Desde ese momento, en sucesivas reuniones e informes técnicos, el Gobierno de Carlos García Carbayo ha insistido en la importancia de variarlo para no entorpecer el Puerto Seco.
De la misma forma, ha luchado para que se aprovechasen las obras para ensanchar el acceso sur a la capital del Tormes dotando a la avenida de Saavedra y Fajardo de un carril más. Sin embargo, no fue hasta el pasado verano cuando logró que Adif atendiera parte de sus peticiones. En ese momento, el proyecto que conlleva la modificación de ocho pasos superiores (puentes) que existen sobre la vía —seis de ellos en la capital del Tormes, uno en Carpio de Azaba y otro en Fuentes de Oñoro— no solo se había licitado, sino que hacía ya casi medio año, en febrero de 2020, que se había formalizado el contrato de casi cinco millones de euros con la empresa adjudicataria.
En ese contexto, en agosto del pasado año y de cara a su reforma, se derribó el apeadero de La Alamedilla, para lo que fue necesario cortar al tráfico la vía a Portugal. El tráfico se reestrableció semanas después, pero la reforma de este espacio reservado para que los viajeros esperen al tren se paralizó. Desde entonces, el acceso es una rampa provisional apuntalada y gran parte del andén se ha convertido en un reguero de escombros que esperan a que se retomen las obras.
Desde Adif mantienen que este parón de casi un año se debe a que antes es necesario tramitar la modificación del proyecto para adaptarlo a las “peticiones sobrevenidas” del Ayuntamiento, en las que éste venía insistiendo desde marzo de 2018.
Pero no solo las obras del apeadero de La Alamedilla están paralizadas a la espera de estas variaciones en el proyecto, sino también las intervenciones en el resto de pasos elevados. Otro de los acuerdos a los que el Consistorio llegó con el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias el pasado verano fue la ampliación de la calzada de Saavedra y Fajardo. Dado que esta avenida bajo la que pasa la línea férrea debe someterse a una obra para adaptar su altura a la nueva vía electrificada, el Gobierno de Carlos García Carbayo pidió que se aprovechase la intervención para ensanchar la calzada por la que circulan los vehículos y poder dotarla así de dos carriles para cada sentido de la circulación.
También se llegó a un compromiso en este sentido que permitiría no solo ampliar la calzada sino también las aceras e incluso habilitar carril bici.
De momento, el proyecto de adaptación de gálibos está en tramitación y Adif estima que podría estar ejecutado en el primer semestre de 2022. Sin que toda esta intervención esté acabada, la puesta en funcionamiento de la vía electrificada desde Salamanca a Fuente de Oñoro resulta complicada.
Mientras tanto, del otro lado de la frontera, en Portugal, los trabajos se han agilizado y las líneas de ferrocarril que conectan con los puertos de Leixoes, Aveiro e incluso Lisboa ya se ha modernizado, señalan fuentes del sector logístico, que esperan que la electrificación del trazado sea un motor para la logística de la provincia.
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