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Jueves, 4 de agosto 2022, 21:33
Instituciones Penitenciarias autorizó a principios de esta semana el traslado de una docena de presos de ETA a prisiones próximas al País Vasco. En esta ocasión, la decisión no afectó a aquellos que se encuentran en la cárcel de Topas, pero no siempre ha sido así. Desde que Pedro Sánchez irrumpiera en el Gobierno, en el verano de 2018, se ha autorizado el acercamiento de 8 etarras que cumplían condena en el centro penitenciario salmantino. De esta forma, ya solo son tres los reclusos relacionados con la banda terrorista que actualmente están entre rejas en Salamanca: Iñaki Bilbao Goicoechea, alias ‘Txikito’; Orkaitz Gallastegui Sodupe y Alberto Viedma Morillas.
Según la estadística facilitada por la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT) a este diario, los traslados aprobados con el Gobierno de Sánchez comenzaron el 13 de septiembre de 2018 y desde entonces no han cesado: 318 en toda España (correspondientes a 202 etarras). En concreto, los que salieron de la cárcel de Salamanca fueron 8: Gorka Joseba Lupiáñez Mintegi (a Logroño), Gregorio Vicario Setién (a Burgos), Juan Manuel Inciarte (Cantabria), Ainhoa García Montero (Asturias), María Jesús Arriaga Martínez (Pamplona), Ignacio Etxeberria Martín (Cantabria), Miren Itxaso Zaldua (Asturias) y Josu Ordoñez Fernández (Álava).
Precisamente este último había sido trasladado previamente a Salamanca procedente del Puerto de Santa María, en Cádiz. Y es que la cárcel de Topas también ha servido de nexo de unión entre el sur y el norte de España. Así, junto a él, otros tres etarras han llegado al penal desde 2018: Alberto Viedma Morillas (que cumplía condena en Almería), Orkaitz Gallastegui Sodupe (estaba en Castellón) e Iñaki Bilbao (de Cádiz). Se da la casualidad que estos tres son los únicos internos relacionados con la banda que actualmente cumplen condena en Topas, un número muy reducido en comparación con años atrás. Hace 18 años, en 2004, en el centro penitenciario llegaron a cumplir condena 18 etarras, una de las cifras más elevadas.
De los tres reclusos actuales, fuentes penitenciaras consultadas por este periódico aseguran que el más “combativo” es Iñaki Bilbao, quien hace una vida aislada y no mantiene ningún tipo de relación con los funcionarios. Precisamente él protagonizó el pasado verano una sonada huelga de hambre en la cárcel de Topas por la que tuvo que ser llevado al hospital. Finalmente un juez ordenó que se le administrara nutrientes por vía intravenosa. ‘Txikito’, como se le conoce, ingresó en prisión el 31 de marzo de 2002 y cumple una pena de 68 años y siete días por asesinato, el del concejal Juan Priede Pérez; además de los delitos de colaboración con banda armada, amenazas y daños. En su historial se refleja una larga lista de incidentes penitenciarios, huelgas de hambre y amenazas directas a varios jueces. “Te voy a dar siete tiros. Te voy a arrancar la piel a tiras”, llegó a decir a uno.
Por su parte, Orkaitz Gallastegui y Alberto Viedma hoy en día tienen un perfil más calmado. El primero fue condenado a 26 años de prisión por haber facilitado a ETA la información necesaria para asesinar, en 2001, a un magistrado de la Audiencia Provincial de Vizcaya. Al segundo, se le atribuyen varios delitos y cumple una pena de 30 años.
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