El abono de las becas se ralentiza todavía más por la dejadez del Ministerio

La gestión de las becas universitarias del Ministerio de Educación (MEC) ha fracasado. Hace justo un año que Pilar Alegría anunció un adelanto de cuatro meses en la convocatoria de ayudas para los alumnos que cursan estudios universitarios, de manera que la solicitud se desarrolló entre marzo y mayo —en cursos anteriores comenzaba en septiembre— con el objetivo de adelantar los trámites y que prácticamente al comenzar el curso 2022-23 los estudiantes supieran si tenían beca y comenzaran a cobrarla en los primeros meses del periodo lectivo. Nada más lejos de la realidad pues el abono de las ayudas incluso se ha ralentizado respecto al curso anterior.

En el pasado mes de noviembre la mayoría de los universitarios desconocía si iba a recibir la ayuda del Ministerio de Educación y a finales de diciembre había comenzado el abono de 5.920 ayudas a alumnos de la Universidad de Salamanca, un 87,40 por ciento del total, 2.300 menos que en el mismo periodo de 2021 ya que en las mismas fechas del pasado curso casi la totalidad de los estudiantes ya había comenzado a cobrar parte de las becas.

Eso sí, tanto antes como después del adelanto de los plazos de solicitud de las becas, el abono total de las cuantías sigue siendo en su mayoría parcial, pues una parte de la ayuda depende de la cuantía variable, que es la cantidad económica que el Ministerio de Educación reparte entre los becarios del dinero que queda tras pagar la totalidad de las becas por renta, residencia y excelencia académica, un mínimo de 60 euros, según la convocatoria. En concreto, a fecha de 26 de enero, solo 606 alumnos de la Universidad de Salamanca había ingresado el abono total de su beca.

El Ministerio tiene previsto dar un “empujón” a los abonos a partir de este mes. Parece que a partir del día 8 de febrero comenzará el reparto y posterior pago de la primera parte de la ayuda variable y el 8 de marzo de la segunda parte de esa cuantía. Si se cumplen estas fechas, el anticipo respecto al pasado año será de apenas quince días, de manera que sigue sin reflejarse el ansiado adelanto en el cobro de las becas que en 2022-23 recibirán cerca de 6.819 estudiantes de la institución académica salmantina, medio millar menos que en el curso anterior cuando, sin embargo, las solicitudes presentadas han sido más numerosas, 12.889 frente a 12.019 en 2021-22.

El cambio de fechas de solicitud no ha tenido el efecto esperado a nivel práctico, pero ha aumentado considerablemente la carga de los servicios de becas de las instituciones de enseñanza superior, ya que tuvieron que llevar a cabo una primera fase de tramitación de las solicitudes en el mes de julio. En los meses de verano verificaron con la Agencia Tributaria si los solicitantes cumplían o no los requisitos económicos y desde septiembre a diciembre realizaron la segunda fase de tramitación verificando los requisitos y tramitando las alegaciones presentadas.

A esta doble tramitación se sumó la incorporación de la ayuda extra de 100 euros que pudieron solicitar todos los alumnos que en 2021-22 fueron becarios y cumplían los requisitos económicos de 2022-23, aunque tendrán que reintegrar los 400 euros aquellos que finalmente no hayan obtenido la beca este curso. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, lanzó esta ayuda complementaria ante el aumento de los precios, pero los 400 euros apenas sirven para recuperar las cuantías de las becas del Ministerio de Educación, que están en los niveles más bajos de este siglo.

En el curso 2001-2002 un estudiante universitario podía tener una ayuda del MEC de más de 5.000 euros (sin incluir las tasas ni la ayuda para alumnos de las islas). La cuantía máxima se acercó a los 6.800 euros hacia 2007 y comenzó a bajar en el periodo 2013-2014, cuando se introdujo una cuantía variable. En la actualidad, las becas más altas son de 3.500 euros, sin incluir la parte variable.

• Temas
• Universidades
• Salamanca