Una menor manejando un ordenador portátil. ALMEIDA

Educación pisa el freno en la digitalización y fomenta los libros de texto

En Salamanca los centros públicos renunciaron a la tablet para sustituir al libro y aconsejan a los docentes que eviten los trabajos en grupo fuera de las aulas

M. Vicente / C. Rincón

Salamanca

Domingo, 27 de octubre 2024

Gobiernos con los mejores datos en Pisa y con otros informes positivos que miden las competencias educativas, como Finlandia o Suecia, han decidido revisar el avance del plan de digitalización en los centros educativos y fomentar el uso de los libros de texto para llegar a un equilibrio. Castilla y León no es ajena a echar el freno a los avances digitales, aunque en esta comunidad autónoma en los colegios públicos nunca ha desaparecido el libro de papel. Y es que los padres y los profesores están cada vez más preocupados por el impacto que tienen las pantallas en los escolares, tanto a nivel educativo como a nivel formativo y social.

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«La tecnología es una herramienta y como todas las herramientas tiene su riesgo. La palabra clave es el control y hay que poner ciertos límites tanto por parte de los profesores como por parte de los padres», afirma Ángel Hernández, psicólogo de la Unidad de Conductas de la Consejería de Educación de la Junta de Castilla y León, que señala que no se puede dar la espalda a los avances y el uso de nuevas tecnologías lo es, como en su día el paso del pergamino a los libros. «Hay que volver al equilibrio que en los últimos años se ha perdido y se ha escorado hacia la digitalización, porque el problema de las nuevas tecnologías es que son muy adictivas».

En Salamanca ese uso «excesivo» o «abuso» , en algunos casos, no se ha producido, al menos en los centros públicos, donde la digitalización convive con el papel y el lápiz y con los libros de texto, aunque los docentes sí advierten que tal vez se cometieron ciertos excesos a raíz de la pandemia de la covid.

Hoy la recomendación de la Consejería de Educación es que los profesores eviten que los trabajos en grupo se hagan fuera de las aulas, para que haya un control dentro de los colegios, tal y como han pedido los padres. En la escuela pública han convivido las nuevas tecnologías con el material tradicional. Nunca se han sustituido los libros de texto por los digitales, como sí ha pasado en algunos centros concertados, por ejemplo, en Santa Teresa de Jesús, Divino Maestro, María Auxiliadora, Amor de Dios, La Milagrosa, Sagrado Corazón o Maestro Ávila, donde algunos padres sacaron a sus hijos del colegio porque se implantó el Ipad y los libros digitales.

Suecia, que fue uno de los países pioneros en este proceso de «tecnologización» escolar, viendo los datos de retroceso en la compresión lectora de su alumnado y tras consultar a más de 60 entidades expertas, empezó a dar marcha atrás el año pasado. Una de las instituciones suecas consultadas en 2023, el prestigioso Instituto Karolinska -referente internacional en neurociencia- concluyó que no solo no mostró los supuestos beneficios la enseñanza basada en pantallas, sino que hay «pruebas científicas claras» de consecuencias negativas conocidas en el proceso de aprendizaje y de la influencia negativa del tiempo de pantalla sobre la salud física y mental. La OMS también alertó de que la digitalización escolar potencia el uso fuera del aula.

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«Las pantallas deben ser una ayuda en las aulas, pero nunca deben sustituir al libro. La tecnología no perjudica, sirve como ayuda, pero lo importante es el control y poner límites. Hay que enseñar una parte del procedimiento que es cómo se apaga un dispositivo electrónico y eso sirve para los niños y para los mayores», explica el psicólogo Ángel Hernández, que forma parte del equipo de la unidad de la conducta de la dirección provincial de Educación de la Junta. Desde este servicio se presta ayuda, apoyo y asesoramiento a los alumnos cuando se observan conductas adictivas por el abuso de las pantallas. «Hoy hay respuestas», dice Hernández, que plantea que hay salidas para el abuso de las pantallas y nuestro deber es evitar que los casos tengan que ser derivados a los hospitales».

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