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Un empleado de la construcción en una obra en el centro de Salamanca. ALMEIDA
La economía sumergida y el aumento de ayudas dejan a la construcción sin personal en Salamanca

La economía sumergida y el aumento de ayudas dejan a la construcción sin personal en Salamanca

Un informe del SEPE alerta de que los trabajos en B y el aumento de las subvenciones a parados desincentiva la búsqueda de empleo

Domingo, 14 de julio 2024, 06:00

Para el Ministerio de Trabajo, las ocupaciones de difícil cobertura en Salamanca son oficialmente las de deportistas profesionales y entrenadores deportivos. En su catálogo también reconoce las dificultades para encontrar carpinteros de aluminio, montadores de carpintería metálica, instaladores electricistas y conductores-operadores de grúa. Pero lo cierto es que esas son solo una mínima parte de las ocupaciones que no se logran cubrir en el sector de la construcción. No solo insisten en ello las dos asociaciones que representan a los empresarios del sector en Salamanca, AESCON y ACONSA, sino que el propio Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) lo confirma en su último informe del mercado de trabajo salmantino.

Este reciente estudio que toma como base los datos de 2023 apunta que el Observatorio de las Ocupaciones ha identificado que hay serios problemas para cubrir las vacantes de fontaneros, albañiles, encofradores y operarios de puesta en obra de hormigón, electricistas, instaladores de cerramientos metálicos y carpinteros metálicos, ebanistas, soldadores y oxicortadores. Sin embargo, la mayoría de esos trabajos no se encuentran incluidos en el catálogo oficial de ocupaciones de difícil cobertura. De incorporarse, permitiría a los empresarios contratar a trabajadores con experiencia de otros países y cubrir unas vacantes que, según reconocen los presidentes de las dos agrupaciones de la construcción, Manuel Prieto y Javier Tamames, respectivamente, están llevando a las empresas a no aceptar proyectos ante el riesgo de no poder ejecutarlos por falta de plantilla, así como a no concursar en licitaciones públicas para no tener que renunciar después a contratos.

Además de que los posibles candidatos consideren que los puestos «no están suficientemente remunerados» o no acepten las condiciones laborales, algo que también ocurre en otras ocupaciones, como fisioterapeutas, programadores informáticos o enfermeros especializados, el SEPE insiste en que en el sector provincial de la construcción «se da mucho» la circunstancia de que no hay trabajadores con las «competencias técnicas necesarias» y «puestos de oficiales de la construcción, yesistas y alicatadores se cubren con peones sin cualificar y en ocasiones ajenos al sector al que se pretenden incorporar», una situación que también ocurriría, según el informe, con los agricultores profesionales.

Aunque lo pone en boca de «algunos expertos», el propio informe del SEPE apunta que a esta falta de profesionales que frena el crecimiento de las empresas y la creación de más empleo está contribuyendo «la economía sumergida, que provoca que muchos de estos profesionales no estén integrados en un mercado laboral regulado». Por otra parte, remarca que «algunos expertos apuntan al hecho del aumento de las subvenciones, subsidios, etc... así como a la aparición del Ingreso Mínimo Vital podría desincentivar la búsqueda de trabajo activo por parte de muchas personas».

A estos problemas, suma el Servicio Público de Empleo la falta de docentes para este tipo de profesiones. Si bien es cierto que a través de la Formación Profesional se pueden aprender algunos de estos oficios cuyas vacantes no encuentran candidatos, el informe incide en la «problemática» que plantea la falta de maestros que enseñen a las nuevas generaciones. A esta circunstancia se suma, apunta el estudio, que este tipo de ocupaciones, que antes generaban empleo entre los jóvenes españoles, después de la pandemia han sido abandonadas por este colectivo y «han requerido la presencia de trabajadores extranjeros».

Este escenario no solo frena el crecimiento de las empresas del sector en Salamanca, sino que es una de las causas que está contribuyendo a que se retrasen inversiones públicas, ya que han aumentado los contratos de obras licitados por las administraciones públicas que quedan desiertos.

La opinión de los empresarios

La presencia de una ocupación en el catálogo de difícil cobertura de la provincia de Salamanca implica, para el empleador, la posibilidad de tramitar la autorización para residir y trabajar dirigida a un trabajador extranjero. Esa opción que se puede utilizar para un deportista internacional o un entrenador deportivo no es viable para conseguir fontaneros, electricistas u otros de los profesionales. Sin embargo, los empresarios ven en esa opción una posible solución al problema que afecta al sector.

«El SEPE tiene una bolsa de trabajadores de la construcción, pero no somos capaces de atraerlos a las obras. No estamos generando más empleo porque no encontramos más trabajadores. La única solución es traerlos del extranjero ya formados», apunta el presidente de la Asociación de Empresarios Salmantinos de la Construcción, Obras Públicas y Auxiliares (AESCON), Manuel Prieto. «En el momento en el que incluyan esas ocupaciones, o las de cocinero y oficial de lavandería que necesitan otros sectores, en la lista de empleos de difícil cobertura, nos facultan para traer trabajadores experimentados de cualquier país. Pero por alguna razón no interesa o se entiende que no debe hacerse», añade el presidente de la Agrupación Empresarial de la Construcción y sus Servicios Auxiliares de Salamanca (ACONSA), Javier Tamames.

Los últimos datos del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) señalan más de 900 parados del sector de la construcción inscritos en la provincia de Salamanca. Sin embargo, el informe de este mismo organismo destaca la falta de candidatos como uno de los motivos que existan vacantes de albañil, fontaneros, electricistas y soldadores. Como consecuencia de la oferta de empleo que queda sin cubrir, Tamames insiste en que no queda más remedio que muchas obras se retrasen y que «el dinero circule más lentamente». «Es muy frustrante», añade. Prieto va más lejos augurando que el problema de la falta de relevo generacional continuará acrecentándose. Llega a apuntar que se están poniendo en riesgo parte de los fondos europeos que ha recibido España puesto que no hay mano de obra que los ejecute en los plazos previstos. En la misma línea, apunta a que también se está encareciendo la vivienda porque no se puede construir toda la que se demanda.

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