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Driss Yamnat observa las noticias del terremoto de Marruecos en su peluquería, en el barrio de Garrido.
Driss Yamnat, un marroquí en Salamanca: «Mi madre ha pasado la noche en la calle tras el terremoto»

Driss Yamnat, un marroquí en Salamanca: «Mi madre ha pasado la noche en la calle tras el terremoto»

Abandonó su país hace 16 años para trabajar como soldador. Actualmente regenta una peluquería en Garrido | Desde el seísmo, Driss corta el pelo a los clientes a la vez que observa las noticias en una televisión

Celia Luis

Salamanca

Martes, 12 de septiembre 2023, 20:07

En la peluquería del marroquí Driss Yamnat en el barrio de Garrido solo se respira silencio y se escuchan noticias de Marruecos desde el pasado viernes, cuando el terremoto de magnitud 7 desató el caos en su país natal. "Tengo una televisión instalada en el negocio y desde ese día corto el pelo a los clientes mirando la pantalla. Todo el día está puesto el canal 24 horas para no perderme ninguna novedad acerca del seísmo", manifiesta emocionado a LA GACETA.

En el año 2007, Driss decidió abandonar Marruecos en busca de trabajo en Salamanca. Ahora está casado y tiene tres hijos. "Vine aquí con un contrato de soldador y más tarde decidí abrir mi propio negocio", explica Yamnat.

Su familia vive en Kinetra, una ciudad marroquí que sufre las consecuencias del potente seísmo. "La noche que se produjo, sobre las 23:11 hora local, 00:11 hora española, mi madre me llamó por teléfono y me comunicó que acababa de sentir como temblaban las paredes de su casa. Por eso, ella y los vecinos salieron rápido de la vivienda y pasó toda la noche en vela sentada en la calle", expresa.

Driss está "consternado y lleno de pena" por la situación de Marruecos y teme que se produzcan nuevas réplicas. Agradece la colaboración que otros países están aportando al suyo, "sobre a España". "La gente está durmiendo en las calles, las plazas, en los coches o en los campos de fútbol alejados de los edificios para protegerse de los escombros. Tienen miedo por si se vuelve a repetir", cuenta conmovido.

Según Driss Yamnat el epicentro del seísmo, en la aldea de Iguil, situada a unos 60 kilómetros de Marrakech, en la provincia de Al Hauz, es una de las zonas "más pobres del país" y llena de casas construidas con materiales "muy austeros". "El problema es que desgraciadamente el temblor ha afectado a las ciudades que albergan muchas viviendas antiguas, realizadas sin cimientos y tan solo con barro y paja, muy poco seguras", aclara.

Todos los años, el hombre coge sus maletas y viaja a su país para visitar a su familia y a sus amigos. "Es muy duro estar a miles de kilómetros de ellos, y más en estos momentos. Estoy deseando volver a verlos pronto", asegura.

Mohamed El Farchouny mira vídeos de la catástrofe por Instagram.

Mohamed: "He escrito a un amigo y no responde. Me temo lo peor"

El joven Mohamed El Farchouny no deja de ver vídeos del "terrible seísmo" en su teléfono móvil. "Mi Instagram está repleto de noticias desoladoras. Yo soy del norte, de Fnidaq, y por suerte mi familia está bien, pero tengo un amigo en Marrakech al cual escribí en cuanto me enteré del terremoto y no me responde. Me temo lo peor", explica emocionado a este diario. Tan solo lleva dos años en Salamanca y ayuda a Driss Yamnat en su peluquería. "Tengo muchos amigos aquí, uno de ellos es de Salamanca y fue el que me avisó del sismo nada más despertarme, el sábado por la mañana. Me preguntó que si mi familia estaba bien y yo no entendía nada", manifiesta. La familia de Mohamed le cuenta que desde el norte de Marruecos se envía comidas, mantas y demás enseres para colaborar con la población que habita en el sur. "Gracias a Dios pertenezco a un país lleno de solidaridad", concluye.

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