Los dos barrios salmantinos que permanecen a la espera de una sede para su asociación de vecinos

Los Alcaldes y el barrio del Bretón llevan años reivindicando una sede para que sus asociaciones de vecinos puedan realizar sus actividades. Un reclamo que los integrantes de dichas organizaciones vecinales consideran es prioritario.

«Si no tenemos una sede a las personas les da menos confianza y cuesta más que se sumen a participar. Además, algunos vecinos no saben a donde llevarnos sus quejas. Yo siempre estoy abierto a escuchar a los vecinos y ver como podemos organizarnos para que el barrio este mejor, pero no todo el mundo sabe como ponerse en contacto conmigo. Con un local sería todo mucho más sencillo», señala Román García, presidente de la Asociación de Vecinos de Los Alcaldes.

En el caso de este barrio, la organización vecinal ya ha pensado, incluso, en el emplazamiento adecuado. «En la calle Alcalde Navarro González, justo en una esquina, hay un local en un bloque de edificios que está desocupado. Habría que rehabilitarlo, pero tiene un buen tamaño y serviría perfectamente para lo que necesitamos. Además, le haríamos un beneficio al edificio ya que los vecinos han tenido que vallarlo porque se metía gente. Si pusiéramos ahí la sede quedaríamos todos felices. El edificio se quitaría un problema de encima y el barrio ganaría un espacio para su asociación», afirma el presidente de la Asociación, a la vez que insiste en la frustración que le genera la demora en cualquier tipo de inversión en el barrio.

«Llevamos años solicitando mejoras para el barrio que no terminan de llegar. La sede para la asociación de vecinos es solo uno de los tantos reclamos que tenemos. Necesitamos más recursos y que se arreglen los problemas que tenemos. Por ejemplo, el tramo de la carretera Nacional que cada día está peor. Hemos denunciado la situación de la calzada muchas veces y no se hace nada. Es una muy frustraste», añade.

Al contrario, en el caso del barrio del Bretón, tras recientes gestiones con el Ayuntamiento los vecinos ven con optimismo la posibilidad de una futura sede para su asociación. «Tras seis años pidiendo un local tenemos esperanzas de ahora si va a ser una realidad. Todavía es pronto para saberlo, pero estamos encantados con la posibilidad de tener una sede», señala Mercedes Gabriel, presidenta de la asociación de vecinos del lugar.

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