Se dispara la venta de pruebas covid en Salamanca: «La gente vuelve a tener pánico»

Cuando parecía que ya se le había dado el portazo definitivo al coronavirus habiendo recuperado la normalidad al completo, irrumpe una nueva variante en España y lo hace con más fuerza que la anterior y sin parar de mutar. Su presencia se ha traducido en el aumento de casos que se han dado en estos últimos meses de verano, lo que ha obligado a la Organización Mundial de la Salud a vigilarla con detenimiento desde el pasado 19 de julio, cuando se notificó el aumento de su prevalencia global en comparación con la que hubo en junio.

Bajo el nombre de 'EG.5', es atribuida por Sanidad a países como China, Estados Unidos, Corea del Sur, Japón, Canadá, Australia, Singapur, Reino Unido, Francia y Portugal, además de a España, en donde su llegada ha repercutido en las farmacias con un incremento de la venta de pruebas, llegándose a duplicar e incluso a triplicar en este mes de agosto.

En Salamanca, los farmacéuticos de la capital han notado cómo cada vez es más la gente que se acerca a las farmacias a comprar estos test pese a sufrir un simple resfriado. Seguramente, lo hagan por prevenir, pero la realidad no es otra que la de que está empezando a haber cierta alarma social. «La gente ya los compra de forma rutinaria pese a sufrir un simple resfriado. Está empezando a haber pánico por lo que se ve en la televisión», asegura uno de los farmacéuticos que, durante el día de ayer, estuvo de guardia en la capital salmantina con motivo de la festividad de la Asunción de la Virgen.

Las farmacias de los municipios del alfoz también han notado la incidencia de la nueva variante de coronavirus. En localidades como Béjar, Ciudad Rodrigo o Guijuelo, se ha pasado de no vender nada durante junio y julio a duplicar e incluso a triplicar las ventas en sus farmacias en agosto. «En junio y en julio, vendimos pocas pruebas, pero, en lo que llevamos de agosto, ya hemos alcanzado los 100 test vendidos», asegura una farmacéutica de Béjar.

La nueva variante vigilada por la Organización Mundial de la Salud no incluye como síntomas principales a la dificultad para respirar, a la pérdida del olfato y a la fiebre. Entre las manifestaciones que han tenido las personas que se han contagiado durante los meses de verano, se ha dado el dolor de garganta, la congestión nasal y el dolor de cabeza.

La tos, la fatiga, los estornudos, la voz ronca, los dolores musculares, las taquicardias o la diarrea se unen a la lista de síntomas que pueden darse con 'EG.5'.

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