La Fundación Princesa de Girona convertirá a la ciudad la semana del 19 al 22 de febrero en el eje del talento joven con medio centenar de actividades para impulsar el emprendimiento, el empleo y la innovación entre este colectivo. Por primera vez la ciudad forma parte del Tour del Talento que puede haber llegado para quedarse.
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Este año será el primero que se celebre el Tour Princesa de Girona en la mayoría de edad de Leonor, ¿tendrá un papel más importante en los actos desde este año?
—Para nosotros este año es especial en este sentido. Hasta ahora nos han acompañado más los Reyes en los actos del Tour del Talento, de hecho la princesa no ha estado aún en el Tour porque hemos respetado sus prioridades como su Bachillerato en Gales dos años y ahora su promoción académica en Zaragoza. No tiene agenda libre para acompañarnos durante el año pero sí preside la ceremonia de entrega de premios y conoce a los premiados. En principio no está previsto que incremente su presencia, está en la academia de Zaragoza, ahora bien, esos 18 años se van notando en una mayor implicación progresiva
Se cumplen 15 de la creación de la Fundación, ¿habrá actos especiales por este motivo? ¿Alguno de ellos en Salamanca?
—Tenemos actos alrededor de la Fundación. Por primera vez el Tour del Talento se ha presentado en una ciudad catalana y en Salamanca se estrenan novedades como el consejo asesor joven y el proyecto Generación Arte, una iniciativa con cantantes emergentes para trabajar el bienestar emocional en aulas.
¿Cree que la «Leonormaría» puede cambiar la imagen de la Monarquía española?
—Está claro. La imagen de Leonor proyecta valores de esperanza y futuro. En ese sentido, igual que los Reyes, ofrece una imagen actual de valor y mucho impulso. Es cierto que Leonor conecta mucho con la generación de jóvenes, no sé si más o menos cercanos al concepto de la Monarquía, pero sí al de Leonor. Es positivo y la Fundación puede ser instrumento de cohesión entre la princesa y la jóvenes.
¿Tiene potencial para convertirse en una marca y dejar atrás los últimos momentos oscuros de la Casa Real?
—No solo Leonor, también la infanta Sofía proyecta valores claros en sus discursos y apariciones. Hablo desde la cercanía de haber estado en eventos con ella. Es una persona joven que proyecta templanza, saber escuchar, entusiasmo por lo que hace, conectada forma actual al día a día, formación académico-militar y todo eso transmite valores y, en nuestro caso, trasmite marca. Vemos mucho este año cómo a través de nuestra marca Princesa de Girona conectamos con más jóvenes, con crecimiento exponencial en redes y en el contenido que generamos. Sin duda es valor, es marca y es bueno.
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Los Reyes han presidido el último patronato de la fundación, ¿cederán en favor de Leonor?
—Yo creo que será progresivo, desde el cariño será difícil que los Reyes se desenganchen de la Fundación. No todo el mundo conoce la historia, nació de sus manos personalmente y de muchos temas eligieron el eje joven, apoyo al talento joven y desde minuto cero participan en todo, parte estatutaria, constitucional, primeros eventos… Conocen de primera mano a los más de 70 premiados de la Fundación. Habrá una transición, pero será natural y progresiva creo.
La crisis independentista también supuso un punto de inflexión, ¿la nueva crisis con la Ley de Amnistía aleja aún más las posturas?
—La Generalitat ha decidido no ocupar la vicepresidencia de honor. Nosotros estamos abiertos a esa relación, hacemos actividades en Cataluña y brindamos la oportunidad de participación, pero de momento no ha cambiado nada.
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El veto que imponen los secesionistas catalanes a la Fundación ha complicado la celebración de algunas ceremonias en Girona, ¿este 2024 dejará atrás la ruptura?
—La situación para la Fundación en general es confortable en este sentido. En el 10º aniversario la Fundación entregó los premios en Barcelona y fue el año pasado cuando volvimos a Girona después de 4 sin acudir. Este año hemos partido de Lérida de una forma muy exitosa en apoyo local e institucional con más de 5.000 jóvenes y es buen síntoma.
En aquella época se vivieron momentos duros contra la Casa Real ¿la imagen ahora es otra?
—No viví directamente esos momentos. Eran contextos diferentes, tanto que el año pasado pudimos hacer ceremonia en Girona, llevamos a la princesa y a la infanta a la sede de la Fundación y tuvieron una visita con jóvenes en Rosas con plena normalidad.
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Salamanca formará parte por primera vez del Tour del Talento y la vicerrectora de Calidad de la Universidad les instó a aprovechar el peso internacional del alumnado charro, ¿abordarán el reto?
—Sí. El eje internacional es importante para la Fundación, sobre todo el iberoamericano que lo hemos marcado como foco donde creemos que se va a aportar valor. Ahora tenemos dos premios internacionales en vez de uno y considero que es una oportunidad bonita. También haremos actividades desde la Universidad. Lo bonito es que los programas de la Fundación no se acaban los días del Tour del Talento, son todo el año. Las ciudades se pueden enganchar a programas de la Fundación. Si vemos una alta participación de los jóvenes en este sentido nosotros siempre lanzamos el reto a la ciudad. Se abre la posibilidad de que con algo de apoyo, incluso desde la propia Fundación, se pueda celebrar una especie de semana del talento. Ese sería el legado que podríamos dejar y que trabajamos con algunas ciudades a las que ya hemos ido en el pasado. En este sentido, cabe destacar que este año hemos puesto en marcha una red de embajadores donde jóvenes y personas que han ayudado en diferentes localizaciones ayudan a promover actividades más allá del Tour del Talento para que durante una semana los jóvenes sean protagonistas en la ciudad. Evidentemente los 30.000 universitarios que llegan a Salamanca para nosotros suponen una oportunidad grande para proyectarnos en otras zonas de España.
¿Por qué los jóvenes son el eje de su programa?
—Hace 15 años se pusieron sobre la mesa diferentes temáticas y se apostó fuerte en su momento. Sigue siendo un tema de actualidad la empleabilidad de los jóvenes, el desempleo juvenil y la necesidad de divulgar jóvenes referentes, por eso tenemos los premios de prestigio y programas dirigidos a ellos. Era una necesidad que tenía sentido. En aquella época también se hablaba mucho de emprendimiento, que hoy en día han ocupado otros agentes. Por todo esto se apostó por crear una fundación singular, plenamente dedicada a los jóvenes con premios, referencias jóvenes, talento joven… Eso mirado hoy en día es muy válido porque España hoy es top en desempleo juvenil y abandono universitario, con un alto porcentaje de jóvenes que solo cuentan con formación básica, un elevado abandono escolar con algunos chicos que no llegan ni a acabar la ESO, así como con un abandono en el ámbito universitario muy elevado. Por el contrario, cuando miras a las empresa dicen que no encuentran talento joven y existen 300.000 puestos que se podrían ocupar y no se hace. No sé si la Fundación resuelve todo esto, pero cuantos más seamos, cuanto más hagamos mas impacto generaremos.
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