

Secciones
Destacamos
El 26 de junio de 2018, el entonces obispo Carlos López ordenó a Antonio Carreras como nuevo sacerdote para la Diócesis de Salamanca. El siguiente fue Ciriaco García Martínez, en 2022. Desde entonces, ha habido un vacío fruto de la ausencia de vocaciones. La esperanza de una nueva ordenación recae en Mario Cabrera, único seminarista de la Diócesis, que convive junto a otros 18 de diferentes territorios, como Mérida-Badajoz, Zamora, Segovia o Palencia, entre otros, en el Teologado de Ávila en Salamanca.
Ante esta perspectiva, que se repite a nivel nacional, la Conferencia Episcopal Española celebró un Congreso de Vocaciones, y la Diócesis de Salamanca ha decidido tratar de descubrir nuevos caminos para que los jóvenes encuentren la vocación sacerdotal. En este encuentro hubo representación de 22 personas, encabezadas por el obispo Retana.
Fernando García, delegado de Pastoral Vocacional y rector del Seminario diocesano, tiene claro que lo fundamental es hacer un diagnóstico de la realidad: «No podemos ser catastrofistas porque miremos hacia atrás y veamos las cifras de seminaristas que había hace 30 años. No podemos quedarnos en añorar tiempos pasados con nostalgia», señala.
La Diócesis puso el foco en las vocaciones sacerdotales al inicio del curso y ha puesto en marcha nuevas acciones para evitar el conformismo. «Estamos en tiempos difíciles, pero nuestro lema es 'Sembradores de esperanza'. Sigue habiendo vocaciones, y es clave que los jóvenes vean nuestro testimonio de felicidad como un ejemplo a seguir», relata.
Entre las acciones novedosas, se ha puesto en marcha un curso de acompañamiento y discernimiento vocacional para mayores de 18 años, en el que un grupo de jóvenes se reúne junto al rector del seminario en la Casa de la Iglesia una vez al mes. En esta iniciativa se ha implicado personalmente el obispo José Luis Retana. Actualmente, participan seis jóvenes. En caso de que alguno de ellos decidiera ingresar en el seminario, debería realizar la etapa propedéutica, un año introductorio en el que los futuros seminaristas tienen un periodo importante de reflexión. No obstante, García aclara que el periodo de formación de los sacerdotes ni es corto ni rápido: «Se requiere al menos una preparación de ocho años».
En segundo lugar, se ha recuperado el 'Seminario en familia', una iniciativa para menores de 18 años en la que se realiza un acompañamiento junto a las familias una vez al mes. El rector es un firme defensor de la apuesta del Teologado de Ávila por reunir a seminaristas de distintos territorios en un mismo lugar y destaca su idoneidad en Salamanca, ya que los seminaristas cursan sus estudios de Teología en la Universidad Pontificia.
«Es una experiencia enriquecedora que les permite compartir vivencias y su fe con gente de su edad y aprender a vivir en comunidad». García, además, recuerda que los seminaristas siguen vinculados a su tierra, ya que los fines de semana regresan a sus lugares de origen para realizar actividad pastoral. En el caso del seminarista salmantino, lo hace en Villares de la Reina.
En el mismo sentido, señala que las conocidas como «vocaciones tardías» también están emergiendo, más allá de la realidad de hace años, cuando los adolescentes comenzaban a prepararse para el sacerdocio tras haber concluido su etapa educativa en el seminario menor. Un ejemplo de ello fue la última ordenación sacerdotal de Antonio Carreras, quien dejó su puesto de trabajo en una gran multinacional tras haber completado su carrera en Derecho.
A estas iniciativas, se suma el 'Encuentro de monaguillos', que se mantiene de forma tradicional con chicos de toda la diócesis en tres encuentros festivos a lo largo del año. Más allá de una delegación en concreto, el Obispado considera que es la Diócesis de Salamanca en su conjunto la que debe ponerse «en modo vocacional», en un trabajo que implique a laicos, sacerdotes, congregaciones religiosas y las diferentes realidades de la Diócesis.
Durante el primer trimestre de 2024, el Papa Francisco envió a dos obispos uruguayos en visita apostólica para valorar el trabajo en cada uno de los 86 seminarios de España, entre ellos el Teologado de Ávila en Salamanca. En la reunión mantenida por la Conferencia Episcopal Española con el Papa y los miembros del Dicasterio para el Clero en Roma, este modelo se presentó como ejemplo de buen hacer y modelo a seguir, al ser un paradigma de cooperación fraterna y centralización de esfuerzos que contribuye a una formación más enriquecedora y acompañada para los jóvenes. Los seminaristas hacen vida común entre semana y, los sábados y domingos, regresan a sus diócesis de origen.
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para registrados.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.