

Secciones
Destacamos
Nicolás Arias tiene actualmente 78 años. Su hijo, que se llama exactamente igual, padece una pluridiscapacidad, tiene 52 años y es integrante de Aspace desde hace veinte años. Este salmantino podrá ser uno de los residentes del futuro Centro de Día para personas adultas y de edad avanzada con parálisis cerebral y pluridiscapacidades, un proyecto que se llevará a cabo en una parcela de Villares de la Reina, frente al Helmántico, y que acogerá a entre 30 y 40 personas. También se ha planteado la construcción de dos viviendas especiales y adaptadas, para que en ellas puedan residir un total de 16 usuarios. Se trata de un proyecto pionero, ya que en toda España todavía no se ha desarrollado ningún espacio de estas características.
«Aspace surgió gracias a todos nosotros, unos padres que querían ver cubiertas las necesidades especiales de sus hijos. Cuando comenzamos, la media de edad era mucho menor y buscábamos centros educativos. Ahora la cosa ha cambiado mucho y no solo son mayores ellos, que ya tienen entre cincuenta y sesenta años. Nosotros llegamos a los 80 años», explica Arias.
Junto a ello, pone de manifiesto las necesidades que surgen en las nuevas etapas vitales de sus hijos y la importancia de poder darle una respuesta. «Nosotros también hemos envejecido y ya no tenemos la fuerza que teníamos para cuidarlos, ni los podemos atender como antes. Ellos a cierta edad avanzada también necesitan más atención, porque son más dependientes y, al estar plurimedicados, la vida los ha machacado mucho más que al resto de nosotros», explica el padre. Una de las grandes preocupaciones de los padres de personas con discapacidad es el futuro de sus propios hijos. «El día que exista el centro no tendré miedo a morir, este proyecto nos da mucha tranquilidad. Tenemos cierto miedo a que nos pase algo y no haya un espacio que atienda a nuestros hijos. Y así nos podemos ir agusto después de tantos años de lucha», manifiesta Arias. El salmantino también tiene otra hija. «La diferencia entre mis hijos es abismal. Mi hija me preocupa como hija pero no me preocupa su futuro, ella tiene manos y puede apañárselas. Sin embargo, Nicolás es una persona discapacitada y tremendamente dependiente. Este centro es un alivio enorme para los padres», asegura.
Jesús Alberto Martín, presidente de Aspace, detalla a este medio los avances que se han hecho durante los últimos meses. «Se hizo el concurso, se adjudicó a una empresa de construcción la ejecución de la contrata y se ha presupuestado el centro en más de 3 millones de euros. Se derribó parte del edificio existente en la parcela adquirida por Aspace y solo ha quedado la estructura, que se adaptará al nuevo proyecto. También se ha hecho parte de la cimentación de las dos viviendas», explica.
La entidad ha recibido ayuda de la Junta de Castilla y León para afrontar económicamente este proyecto, pero esto no ha sido suficiente. Gran parte se sufragará con el dinero de las familias y un préstamo que han tenido que pedir. «Este es un proyecto muy especial porque el objetivo es dar soluciones habitacionales a ancianos con parálisis cerebral. Hay residencias para mayores al uso, pero no hay residencias para personas mayores con discapacidad grave como son las nuestras, no existen instalaciones especializadas», dice.
La asociación Aspace Salamanca actualmente aglutina a 600 socios y da cobertura a 280 plazas de personas afectadas por parálisis cerebral.
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para registrados.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.