Aunque muchos salmantinos lo desconocen, cada día una moto eléctrica con un sistema aspirador recorre cada palmo de la ciudad para recoger los excrementos de las mascotas e higienizar estas zonas, un servicio de limpieza que lleva funcionando desde el año 2007 pero que ha incorporado notables mejoras en los últimos años. La más importante llegó el pasado año, cuando se reemplazó la moto Yamaha con la que se comenzó el servicio por un vehículo eléctrico -que no hace ningún ruido-, con dos motores independientes, un sistema aspirador de última generación y agua a presión, entre otros avances tecnológicos.
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Andrés Lino Sánchez, operario de limpieza de FCC Medio Ambiente, es el responsable de este servicio desde el año 2007 y explica a este medio el funcionamiento de este vehículo que cada día se convierte en su herramienta de trabajo. «Cuenta con dos motores independientes, uno para el aspirador y el otro para el vehículo. La moto también lleva dos depósitos, uno para acumular los excrementos y restos que recogemos de seis litros de capacidad y un deposito de agua», explica Sánchez. Por otro lado, el vehículo incorpora también un sistema de agua a presión: «Cuando nos encontramos con un excremento blando es necesario usar el agua a presión porque sino quedan manchas.
Lo que buscamos es evitar la suciedad y poder higienizar la zona», afirma. El aspirador que presenta la nueva moto que conduce el operarioha incorporado algunas mejoras que le permiten realizar su trabajo de manera más óptima. «La boquilla del aspirador ha incorporado unos dientes metálicos que rascan los excrementos secos para poder absorverlos y posteriormente limpiar la zona con el agua a presión», reconoce. Los fines de semana se encuentran con algunas sorpresas: «Después de las noches de fiesta, recogemos también algunos excrementos humanos por la zona del centro de la ciudad», afirma.
Cada mañana, desde las 6:00 horas hasta las 14:00 horas de lunes a viernes, Sánchez realiza una de las cinco rutas que el Consistorio ha confeccionado para llegar a todos los puntos de la ciudad. «En los últimos años hemos notado que la gente está más concienciada y recogen los excrementos de sus mascotas, pero sigue habiendo gente que las deja en el suelo. En especial, vemos que las nuevas generaciones a partir de los veinte años son más consideradas en este tema», explica.
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