Los demógrafos auguran ahora un futuro más optimista para Salamanca que hace dos años. Han reducido el impacto de la sangría poblacional a un tercio. Si en 2022 calculaban que la provincia perdería 18.699 habitantes en los siguientes 15 años, en las nuevas proyecciones que publicó este lunes el Instituto Nacional de Estadística (INE) estiman que en 2039 la cifra de salmantinos solo se habrá reducido en 7.235 personas. El cambio de tendencia vivido en los dos últimos ejercicios, en los que ganó 130 vecinos —un 0,03 %—, parece haber influido en la mejora de las perspectivas.
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A partir de una encuesta realizada a demógrafos de toda España para establecer las hipótesis de comportamiento futuro de los parámetros demográficos, se calcula que en década y media la provincia tendrá una población de 319.927 salmantinos, un 2,2% menos que en la actualidad, mientras que en 2022 se esperaba un descenso de 5,7 %. Se dibuja un futuro menos pesimista, pero muy alejado de la tendencia general de España, donde se augura que en 2039 haya cinco millones más de personas hasta llegar a los 53,7, lo que implicaría un aumento del 10,6 %.
El freno a la despoblación no llega porque los nacimientos vayan a ser más que los decesos, algo casi impensable teniendo en cuenta que en la actualidad mueren más del doble de los salmantinos que nacen. El INE insiste en que en toda España el decrecimiento vegetativo será superado por el saldo migratorio positivo. En definitiva, que la población crecerá por la llegada de extranjeros. En el caso de Salamanca, si se cumplen los cálculos de los expertos, habrá casi un 10 % menos de habitantes nacidos en España. Serán aproximadamente unos 29.450 menos que en la actualidad, mientras que los inmigrantes casi se duplicarán. Serán concretamente un 70 % más, lo que supone la llegada de más de 22.200 extranjeros en los próximos tres lustros. Si se compara la nueva proyección con la de 2022, se puede observar —como se ve en los gráficos— que los expertos no ven cambios en la tendencia de decrecimiento de la población nacional, sino que la principal variación está en la previsión de que lleguen un mayor número de personas de otros países hasta que uno de cada seis ciudadanos que resida en Salamanca en 2039 sea extranjero.
Pese a las mejoras expectativas, Salamanca continuará siendo uno de los territorios de España más afectados por la despoblación. Es la undécima provincia en pérdida de habitantes en los próximos quince años. La sangría demográfica será aún mayor en Zamora, que con un 8,3 % menos de vecinos será la que más ciudadanos perderá, seguida de Jaén, Palencia, Ceuta, Asturias, León, Badajoz, Córdoba, Cáceres y Lugo.
No obstante, el estudio del INE sí prevé un aumento de la natalidad. Mientras que el actual incremento de los alumbramientos está vinculado al fuerte desplome que se vivió durante la pandemia, pero las cifras siguen siendo inferiores a las de 2019, la proyección demográfica apunta a que en quince años nacerán dos niños más a la semana que en la actualidad, aproximadamente unos 1.830 al año frente a los 1.721 actuales. Por su parte, las defunciones aumentarán mucho menos. Serían solo 31 más al año, lo que permitirá que el decrecimiento vegetativo sea menor.
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