Acostumbrado a superar cada mes sus propios datos y marcar nuevos récords, Salamanca se lleva un jarro de agua fría con los últimos datos de ocupación hotelera. Tanto las cifras de viajeros como de pernoctaciones se desplomaron en abril. La temprana Semana Santa de este año, que coincidió íntegra en marzo, y la ausencia de puentes durante el pasado mes son las principales causas de esta caída respecto al pasado año.
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A lo largo de abril, la provincia recibió 85.465 viajeros, un 10,8% menos que en el mismo mes del año anterior, conforme a los datos publicados este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE). El turismo nacional descendió un 22%, mientras que el de extranjeros fue un 20% superior, aunque ese incremento no fue suficiente para compensar el menor número de españoles que decidieron alojarse en los hoteles de toda la provincia. La caída en las pernoctaciones fue menor, del 9,6%, al pasar de 170.967, en 2023, a 154.594, en 2024. Las noches que los viajeros de otras provincias pasaron en alojamientos salmantinos disminuyeron un 16,8%, mientras que los que llegaron de otros países disfrutaron de un 13,7% más de estancias.
En la capital, el impacto en las cifras de viajeros fue menor. La reducción en el número de visitantes fue ligeramente inferior al 8%, mientras que las pernoctaciones cayeron un 9%.
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