En las primeras treinta semanas del año —desde el 1 de enero hasta el 30 de julio—, fallecieron en la provincia de Salamanca 2.349 personas, según la estimación del número de defunciones que ha publicado esta semana el Instituto Nacional de Estadística (INE). Esta cifra representa una vuelta a la normalidad después de tres años marcados por el pandemia del coronavirus. Implica un descenso de la mortalidad de un 15,5% respecto al mismo periodo de 2022, ejercicio que se cerró en Salamanca con la mayor cifra de defunciones de este siglo, solo por detrás del fatídico 2020 en el que la irrupción de la covid disparó la cifra de decesos en todo el mundo.
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¿Por qué se puede considerar que las cifras de fallecidos han regresado a la normalidad? Desde 2015 y conforme a los datos del INE, la media diaria de muertes que se registraron en la provincia durante los primeros siete meses del año fue de once, las mismas que se venían registrando desde 2015 hasta 2019. Serían cuatro menos al día que en el peor año de la pandemia y dos menos que el pasado ejercicio. Y es que la provincia ha despedido entre enero y julio a 430 vecinos menos que en las primeras treinta semanas de 2022 y a 947 menos que en el mismo periodo de 2020. De hecho, las cifras de decesos registradas en el registro civil está siendo menor que en los años previos a la pandemia. Se han contabilizado un 4,19% menos de defunciones que en 2019. Y también está siendo inferior que en 2018 (-0,2%) y 2017 (-3,25%).
Dado que Salamanca fue el pasado año la segunda provincia de España, solo por detrás de Cantabria, en la que más aumento de las defunciones se registró —un triste récord cuyas causas concretas aún están por definir desde una perspectiva científica—, el regreso a la tasa de mortalidad habitual la ha colocado en 2023 a la cabeza de los territorios en los que se está registrando una mayor descenso de los decesos, conforme a la estadística del INE. Solo en Soria, León y Guadalajara el descenso proporcional de los fallecimientos ha sido mayor. La caída del 15,5% en Salamanca supone casi el doble que el descenso medio registrado a nivel nacional (-7,77%).
El número de decesos se ha reducido en Salamanca más de un 17% en el grupo etario que incluye a la población de 50 a 79 años, concretamente este año se han contabilizado 148 fallecidos menos en esa franja de edad. El descenso es mayor entre los mayores de 80 años. Son 265 fallecidos menos con esta edad en los siete primeros meses de este año en comparación con el mismo periodo de 2022. Sin embargo, la disminución de la mortalidad en términos relativos, un 14,11% es inferior a la franja de edad inmediatamente anterior.
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