Cuatro de cada diez edificios viejos esquivan la inspección obligatoria en Salamanca capital

Casi la mitad de los inmuebles que tenían que pasar la Inspección Técnica de Edificios (ITE) el año pasado en Salamanca no la presentaron, según la estadística publicada por el Ayuntamiento de Salamanca. Así, de los 308 inmuebles sujetos a la revisión se han presentado 184, por lo que se han quedado fuera el 40 %, en la línea del año pasado. En cuanto a los que han cumplido con la exigencia, el 70 % la han superado de forma favorable (39) o favorable con deficiencias leves (88). Ninguno obtuvo el visto bueno después de subsanar deficiencias y 57 no superaron las exigencias mínimas del control arquitectónico. Son el 31 % de las que se presentaron.

En cuanto a las deficiencias, la mayoría de las relacionadas con la conservación de elementos suspendieron porque la fachada no estaba en condiciones (43), seguidas por los problemas de cubierta (30) y de instalaciones (24). Solo en uno de los casos de los 184 expedientes que se presentaron se detectó un problema en la cimentación, mientras que los técnicos hallaron fallos de estructura en 6 de los inmuebles que se sometieron a la revisión.

También llama la atención que el 70 % de los inmuebles inspeccionados presentaban deficiencias de accesibilidad. En concreto 126 de las 184 totales. De ellas en 19 construcciones se consideró que los ajustes en este sentido era «totalmente» razonables y en 49, de forma parcial. Las Inspecciones Técnicas de Edificios que se llevan a cabo en Salamanca también analizan la calificación de eficiencia energética de los mismos, que permite asignar a cada inmueble una etiqueta que ofrece información sobre su consumo de energía y las emisiones de CO2, clasificándolo dentro de una escala de siete categorías en la que la más alta es la A y la más baja es la G. Pues bien, cuatro de cada 10 edificios supervisados cuentan con las certificaciones más bajas, es decir, son muy poco eficientes desde el punto de vista energético.

Según el informe municipal, se ha asignado calificación E a 80 construcciones, el 43,8 % del total de las que se presentaron; los técnicos calificaron como F a 38 edificios, el 20,65 %; y como G a 39, otro 21,2 % de las viviendas. Son muy pocas las construcciones que tienen una calificación energética media-alta. No llega al 10 % del total de las analizadas, la mitad que la media nacional, según el último estudio publicado por la multinacional alemana de soluciones de eficiencia energética Brück Electronic GmbH (BEG), en el que establece que en España solo el 19 % de los edificios se encuentran entre las calificaciones A y D.

En el caso del informe de los inmuebles salmantinos no es de extrañar, dado que los edificios analizados son los que estaban llamados a pasar la revisión el año pasado, es decir, los construidos o rehabilitados integralmente en el año 1.982, así como los de edificios que presentaron la primera inspección técnica en el año 2012. La mayoría se construyeron hace más de 40 años, cuando los materiales eran menos eficientes energéticamente hablando.

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