Cuando el talento salmantino sólo puede volver a casa por Navidad

La Navidad es el momento elegido para el reencuentro de las familias y el regreso solo por Navidad de muchos talentos que emigraron de forma temporal y que se han asentado definitivamente en el extranjero ante la falta de oportunidades para regresar. Es el caso de Clara Cieza y Francisco Jiménez, dos jóvenes que pasan los festejos estos días en Salamanca pero que este fin de semana volarán para regresar a sus trabajos en Suiza y Londres.

Clara dejó Salamanca tras licenciarse en Biología y sacarse un doctorado en Medicina en la Universidad de Salamanca hace seis años. Vio una oportunidad al principio temporal en el Instituto de Investigación del Cáncer de Londres que al final acabó siendo definitiva. “La decisión de irme fue porque no había oportunidad de quedarme ni de cumplir mi sueño de ser profesora de la Universidad”, reconoce. El pasado mes de febrero consiguió una plaza de profesora en el mismo instituto de investigación donde empezó donde compagina la docencia con la investigación en Biología Molecular. “Me di cuenta de que mis sueños se han cumplido, aunque desgraciadamente en otro país”, señala. En su decisión de haber permanecido en la capital londinense se encuentran “condiciones de trabajo mucho mejores que las que me podían haber ofrecido en cualquier departamento, un salario superior, reconocimiento por parte de la institución y posibilidad de progresar”.

Cuando regresa a Salamanca dos veces al año, observa una situación “triste y desoladora”. “Solemos hacer quedadas de amigos que están en Estados Unidos, Londres, Alemania o China porque la situación en España sigue siendo precaria y no se dan las condiciones para volver”, defiende. Por ello, lamenta que España “invierta tanto dinero en formar a jóvenes talentos que luego tienen que irse para aprovechar su formación”, algo que sí valoran en otros países como Reino Unido. No se plantea un regreso a corto plazo y si lo hiciera reconoce que tendría que “sacrificar” salario y condiciones de vida. “Ojalá haya un día que podamos regresar”, reconoce.

Fran Jiménez regresa ya a Suiza tras pasar quince días en Salamanca. donde ha aprovechado para correr la San Silvestre y pasear por sus rincones favoritos de la ciudad “para guardarlo en la memoria el resto del año”. Tras terminar la carrera de Informática, viajó a Liverpool para una beca de seis meses y tras varias idas y venidas a Madrid trabajó en Kiev (Ucrania) en la Oficina Comercial de la Embajada de España.

Desde el año 2016 comenzó a trabajar en un banco de Zurich donde es difícil que regrese. “En cuanto a volver a Salamanca a trabajar, desafortunadamente es algo complicado en general para cualquier joven, ya que en caso de volver a España todo el trabajo se concentra en Madrid y Barcelona”, señala. En la actualidad, se encuentra con unas condiciones “muy buenas” que van mejorando cuanto más tiempo resides en el país. “Cuantos más años asentado llevas, es más difícil plantearse volver”. Ambos confían en que en un futuro próximo el billete de regreso no sea de ida y vuelta.

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