La elección del cartel de la Semana Santa de Sevilla firmado por el pintor contemporáneo Salustiano García ha levantado gran polvareda en el mundo cofrade. La representación de un joven Jesús Resucitado, en el que toma como modelo a su hijo, ha dividido ... a la crítica y al fervor de la Semana Santa.
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El presidente de la Tertulia Cofrade Pasión, Félix Torres, está acostumbrado a torear con la polémica con los carteles transgresores que anuncian la Semana Santa y encarga el colectivo a artistas contemporáneos. «Creo que cuando se hace un encargo no se busca la polémica, sino sobre todo debe primar la libertad del artista. El transgresor no es la Tertulia, ni el Consejo de Hermandades de Sevilla, sino el artista. Nosotros nos dirigimos a él y le damos completa libertad», asegura.
A título personal, Torres reconoce no ver razones para la polémica al ser un cartel «sencillo, compositivamente bien estructurado y artísticamente bien hecho donde se ve a un Resucitado», reconoce y ve un paralelismo entre el cartel de Ángel Luis Iglesias en el que el mismo se autoretrataba en 2011 como Cristo o la 'María Magdalena' de Paloma Pájaro. «La visión de muchos de los que viven la Semana Santa se ha quedado en una composición clásica de cartelería con un barroco dulcificado. La Semana Santa debe evolucionar en el concepto del arte. El único problema que se puede ver es que conocemos la cara del chaval, pero también Leonardo da Vinci, Miguel Ángel o Velázquez utilizaban modelos para sus composiciones», relata.
Torres tampoco ve sentido a aquellos que critican una imagen de Jesús demasiado dulcificada. «A Cristo tradicionalmente se le ha representado así: con cara joven, exagerado en su belleza y estilizado. Nunca he visto una representación de un Jesús gordo. Creo que ha tirado de la herencia clásica», reconoce. En este sentido, considera que fue más rompedor el autorretrato de Ángel Luis Iglesias en el que era él mismo el que se representaba. «El artista necesita expresar lo que él quiere», incide.
Del mismo modo, insiste en que el Consejo de Hermandades de Sevilla conocía la obra del autor. «La polémica viene por la interpretación que le quieren dar unos y otros, pero no por el artista que ha plasmado lo que quería expresar». «Si hubieran querido una cara de una imagen, hubieran buscado un pintor más clásico», concluye.
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