El Cristo de la Agonía se queda en Las Úrsulas por la lluvia

El mal tiempo llevaba todo el día poniendo sobre aviso a las cofradías que les tocaba procesionar este Jueves Santo por las calles de Salamanca. Lo hacía después de haber provocado la suspensión de Nuestro Padre Jesús Flagelado y de Nuestra Señora de las Lágrimas y de haber obligado al Cristo Yacente a acortar su recorrido y regresar antes de tiempo a la Catedral de madrugada. El fuerte viento y la lluvia invitaban a tener los peores presagios. ¿Se darían más suspensiones? ¿Llegarían a lucir sus tallas la Hermandad del Vía Crucis, la Seráfica Hermandad de Nazarenos del Santísimo Cristo de la Agonía y la Hermandad del Cristo del Amor y de la Paz por el casco antiguo? Y es que según empezaba la tarde, las tres cofradías ya empezaban a pensar en que aquello que temían podía convertirse en toda una realidad porque el aviso naranja en el que se encontraba Salamanca a la hora del inicio por fuertes rachas de viento y las lluvias no darían una tregua en las horas siguientes.

De esta forma, la incertidumbre se ha palpado hasta el final en el ambiente del Convento de las Úrsulas y en sus alrededores, donde fieles, espectadores, salmantinos y turistas esperaban ver la salida del prendimiento de Jesús en el Huerto de los Olivos, la comparecencia ante Pilatos -sobre ruedas por la escasez de hermanos-, la agonía en la cruz y el padecimiento de la Virgen de los Dolores y escuchar la melodía solemne de las tres bandas que acompañarían a los hermanos durante todo el recorrido: la Agrupación Musical María Santísima de la Estrella, la Asociación Musical San Nicolás de Pollos de Valladolid y la Banda de Cornetas y Tambores Bendito Cristo de las Tres Caídas de Toro. Finalmente, llegaba la decisión que nadie quería. Provocando el llanto de sus cofrades, su hermano mayor, Eufemio Dosuna, comunicaba a sus cofrades, esperanzados y ataviados con su llamativo capirote morado, que, por la seguridad del paso y de todos los hermanos, se suspendía la procesión. Como alternativa, la Seráfica Hermandad ha optado por celebrar un acto dentro del Convento de las Úrsulas, en el que todas las tallas han 'bailado', acompañadas de las bandas, delante de la gente que estaba aguardando a la procesión en la calle pese al frío y a la lluvia. También se ha llevado a cabo una pequeña oración.

Se trata de la cuarta víctima del temporal en esta Semana Santa. La primera fue la de este Martes Santo, que impedía a la Hermandad Universitaria llevar a cabo su recorrido habitual; la segunda fue la de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Flagelado; de madrugada, las precipitaciones obligaban al Yacente a acortar su recorrido regresando antes de tiempo a la Catedral y, además, poco antes de las 15:30 horas de la tarde de este jueves, se conocía que la Hermandad del Vía Crucis también optaba por no procesionar debido a las rachas de viento de 100 km/h y a la lluvia.

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