El coste en vidas de la pandemia sigue aún sin cuantificar: las 1.267 muertes en el Hospital se quedan cortas

Sin ninguna duda el mayor coste que Salamanca pagó por la pandemia fueron las cientos de vidas a las que el coronavirus puso fin. Es una «factura», no obstante, cuyos datos reales nunca se llegarán a conocer. Aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) puso fin el 5 de mayo de 2023 a la crisis sanitaria y el Consejo de Ministros, el 5 de julio de ese mismo año, hoy las cifras de fallecimientos siguen sin cuadrar.

Desde el 18 de marzo de 2020 hasta hoy, el Complejo Hospitalario de Salamanca ha certificado 1.313 fallecimientos cuya causa sería la covid. De ellos, 46 han sido posteriores a la pandemia. La última, el pasado 4 de agosto. De esta forma, hasta que la OMS declaró el fin de la alarma mundial fueron 1.267 decesos certificados en el Hospital. Sin embargo, estos datos son tan solo la punta del iceberg. Solo con observar los datos de mortalidad de 2020 salta a la vista que esa cifra es solo una parte del incremento de decesos que provocó el coronavirus de forma directa o indirecta. Solo en ese año se registraron en la provincia 5.248 decesos, 1.243 más, un 23,5 % más, que un año antes. No todo ese incremento tiene por qué deberse a la irrupción del SARS-CoV-2, pero está claro que este fue la clave de ese aumento de defunciones, ya sea por personas que murieron contagiadas o por otras patologías que no pudieron ser atendidas debidamente por la saturación que vivían los hospitales.

Si se atiende a la información que ofrece el Instituto de Salud Carlos III, dependiente del Ministerio de Sanidad, en 2020 en Salamanca habrían muerto 750 personas por coronavirus, 116 más que las que Sacyl asegura que fallecieron en el Hospital. Según la Junta, ese año en las residencias de mayores fallecieron por covid 350 salmantinos y otros 207 murieron con síntomas compatibles sin que se llegase a confirmar que se encontraban contagiados. Cuántos de estos se incluyen entre los decesos contabilizados en la estadística del Hospital y cuántos no, continúa siendo un misterio. Dada la confusión y la desorganización que se vivió en las primeras semanas del confinamiento y ante la inexistencia de test para poder confirmarlo, tampoco hay registros de las muertes por covid que se produjeron en domicilios particulares.

En la estadística de defunciones según la causa de la muerte, el INE aporta datos que tampoco concuerdan con los del resto de las fuentes. Conforme a este análisis, que se nutre de los datos de los certificados de defunción y de información facilitada por los institutos de medicina legal, de 2020 a 2023 se contabilizaron en la provincia de Salamanca 1.645 decesos por covid-19. Pero suman a ellos otras 337 muertes en las que no se llegó a identificar el virus pero sí había sospechas de contagio. De estas últimas, 326 se contabilizaron en 2020, año en el que, según el INE, sí se confirmaron 855, un 35 % más que las que señala el Hospital.

Es evidente que las cifras siguen sin cuadrar porque en muchos fallecimientos no fue posible determinar la causa de la muerte por la escasez de recursos para hacerlo. De lo que no cabe duda es de la última afirmación de la OMS: la covid revertió más de una década de avances en la esperanza de vida. En 2020 esta se situó en Salamanca en 82,53 años, cuando un año antes se encontraba en los 84,69. De hecho, hay que remontarse a 2005 para encontrar un año con menor esperanza de vida. Sin embargo, los efectos de la pandemia parecen haber desaparecido ya puesto que en 2023, ultimo dato disponible la esperanza de vida al nacimiento para un salmantino era de 85,4 años, la más alta de todas las provincias de España.

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