Comuniones que ya parecen bodas, ¿Cuánto cuesta la celebrar una en 2024?

Para los cristianos, la primera comunión es uno de los momentos más importantes en la vida de los pequeños de la casa. Una celebración que, con el paso de los años, ha ido escalando en su tamaño hasta límites insospechados. Actualmente, pocas son las comuniones que se conforman con la misa y una discreta comida.

«Las comuniones se han convertido en todo un evento social. Antes lo normal era solo la comida con la familia. Ahora, los padres contratan animación, candy bar y de más. Hay comuniones que se organizan como bodas», explica Francisco García, representante del sector de la restauración en la Asociación de Hosteleros de Salamanca quien, además comenta que organizar una comunión se ha vuelto cada vez más difícil . «Antes había comuniones prácticamente todos los fines de semana de mayo y junio. Ahora, vemos que se concentran en menos días. Hay fechas claves que si no se reservan con tiempo es imposible conseguir sitio», puntualiza.

Con celebraciones cada vez más ambiciosas, no es raro que para los padres festejar la comunión de sus hijos implique un gran estrés. Y es que teniendo en cuenta la comida, la animación y el traje o vestido, la celebración de este evento pueden llevar a los padres al borde del colapso, tanto emocional como monetario.

El coste de las comuniones varía dependiendo del tipo de festejo y, por supuesto, del número de asistentes. «En Salamanca lo normal es que las comuniones tengan entre 25 o 35 invitados. Por supuesto, las hay pequeñas, de entre 15 y 25 personas, o las grandes, que superan los 40 invitados», cuenta Francisco García.

En lo referente a los menús, los precios fluctúan mucho. Las opciones más económicas se ubican entre los 40 y 60 euros mientras que, las más elevadas pueden alcanzar los 100 € por comensal. Sin embargo, según comentan los hosteleros, la mayoría de las personas eligen menús entre los 60 y 80 euros.

Tomando en cuenta estos números, una comunión promedio en Salamanca, de por ejemplo unos 30 invitados, eligiendo un menú de 70 € implicaría para los padres un gasto de 2.100 € solo en la comida. A lo que es necesario sumar el precio de la fiesta, en la que la animación y el candy bar son los favoritos.

El precio de estos servicios dependen del lugar y el tiempo por el que se contratan, pero, en general, organizar una fiesta posterior a la comida puede sumar entre 1.000 € y 1.500 € a la factura. A lo que hay que añadir el coste del traje o vestido en los que los modelos más accesibles se ubican entre los 200 € y 500€, sin accesorios. Sumando estos gastos una comunión promedio implicaría un desembolse total de entre 3.500 € y 4.000 €.

Esta tendencia a la alta en el dinero gastado en las primeras comuniones, contrasta con el número de ellas que se realizan año tras año, que en las últimas décadas ha ido disminuyendo paulatinamente. «Cada vez se celebran menos primeras comuniones. En parte porque tenemos una sociedad muy envejecida. Hay pueblos en los que solo hay uno o dos niños preparándose para recibir la comunión», explica el sacerdote Andrés González Buenadicha, a la vez que insiste en que esto nunca debe ser un impedimento.

«Los sacerdotes tenemos que hacer un ejercicio de creatividad pastoral para llegar hasta al último rincón de la diócesis. En las regiones más despobladas, a menudo, lo que se hace es impartir la catequesis en un solo pueblo y concentrar a todos los niños de la zona en él. Se busca que sean distancia cortas y acordar un día en el que todos los niños puedan asistir. La idea es hacerlo fácil y que nadie se quede sin conocer a Jesús».

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