El comercio pierde cuatro emprendedores cada semana

Premios, descuentos, 4.000 bonos de 25 euros para compras en tiendas de proximidad... Con todo ello y con el lanzamiento esta semana de la nueva marca SALdeCompras, el Ayuntamiento, la Junta de Castilla y León, la Cámara de Comercio y las asociaciones de empresarios tratan de poner freno a un realidad incontestable: la «sangría» que vive el pequeño y mediano comercio en Salamanca.

Cada semana cuatro autónomos del sector, cuatro emprendedores, se dan por vencidos ante las dificultades que tienen para mantener abierto su negocio. Solo en el último año, se han dado de baja como afiliados a la Seguridad Social 203 trabajadores por cuenta ajena que desarrollaban su labor en el comercio al por mayor y al por menor, según los datos de septiembre del INSS. Sumados a los 63 emprendedores que ha perdido la hostelería en los últimos doce meses, representan a más de la mitad de los 471 trabajadores que han desaparecido del Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) en la provincia.

Es cierto que el descenso en estos y otros sectores, como agricultura (-77) y construcción (-56), se ha visto reducido por el aumento de emprendedores en otros ámbitos como las actividades científicas, de investigación, artísticas y recreativas, o la educación. Sin embargo, la creación de empleo por cuenta ajena en esas áreas se queda muy corta para compensar el importante peso que el comercio local y la hostelería continúan teniendo en la economía salmantina.

Nunca antes, desde que existen datos —enero de 2009—, Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones había registrado una cifra tan baja de autónomos en el sector comercial de Salamanca. Los 5.610 afiliados en la actualidad al RETA son casi 600 menos (-9,6%) que justo antes de la pandemia, y casi un 17% menos que hace una década, una pérdida de casi 1.150 emprendedores y empresarios. En la hostelería, en la que el número total de autónomos es menos de la mitad que en el comercio, la caída es incluso proporcionalmente superior. Desde 2019 se han perdido casi 260 trabajadores por cuenta ajena (-9,1%), pero desde 2013 supera el 21%, lo que supone un descenso de más de 700 afiliados a la Seguridad Social.

«Hay calles de las que han desaparecido todos los comercios. En la avenida de Portugal ya hay más locales cerrados que abiertos», subraya el presidente de la Cámara de Comercio, Benjamín Crespo. «No hay relevo generacional y mucha gente no aguanta más. De hecho, creo que muchos están resistiendo solo para poder jubilarse», augura. «El coste de los gasto fijos es insoportable», denuncia refiriéndose al incremento de los costes de la luz, que se han multiplicado por cinco y el encarecimiento de los alquileres, así como de la mayor parte de los productos básicos. «Hay una presión fiscal grandísima», añade el presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería, Jorge Moro, quien alude a que además, como cualquier ciudadano, están sufriendo la subida de los alquileres y de la cesta de la compra.

De esta forma, asegura que por muy bien que le vaya a un negocio al final de mes los ingresos se quedan en nada. Reclama por ello al Gobierno de España reducir las ayudas directas que no sean indispensables y una rebaja de los tributos en un año en el que la recaudación estatal se ha disparado. «Mi sector tampoco se ha lanzado a subir los precios conforme al aumento de costes que está sufriendo, porque, si lo hiciese, se reduciría el consumo», recalca Moro, quien asegura que es necesario mejorar las políticas de empleo para facilitar la incorporación al mercado laboral de un mayor número de personas.

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