Las claves de la tosferina: cómo se contagia y cuáles son los síntomas

La tosferina es una enfermedad respiratoria producida por la bacteria Bordetella Pertussis y es muy contagiosa. Se considera que el único reservorio de B. pertussis es el hombre. Después de la alerta sanitaria europea y tras confirmar la Consejería de Sanidad que también se ha experimentado un repunte de casos en la Comunidad, estas son las recomendaciones a seguir más importantes.

La enfermedad se puede contraer a través de contacto directo con secreciones respiratorias a través de gotas de saliva. El periodo de incubación es de 9-10 días (con un intervalo máximo entre 6-20 días) y la tosferina es especialmente contagiosa en la fase catarral temprana. Una persona es contagiosa desde la fase catarral hasta las dos primera semanas desde el inicio de la tos paroxística, o hasta cinco días después de usar antibiótico.

Generalmente se usa un antibiótico (Azitromicina), aunque la tos perdurará varias semanas después del tratamiento. Incluso como medida preventiva -para un contacto estrecho de un infectado- se pueden utilizar también antibióticos.

Sacyl recalca que «es necesario identificar a los contactos del caso. La profilaxis con antibióticos sólo se debería recomendar para el control de la transmisión de la enfermedad en el ámbito familiar y entre contactos estrechos y cuando, además, se cumplan una serie de condiciones»

En la primera fase son similares a los del resfriado (fiebre leve, estornudos, secreción nasal, tos seca, pérdida de apetito). Durante la segunda fase -al cabo de una o dos semanas- la tos se vuelve más intensa. Son accesos de tos breves seguidos de una larga bocanada de aire con un ruido característico. La tercera fase es de tos menos intensa y menos frecuente. La tos puede persistir hasta seis semanas más.

Los especialistas de Sacyl puntualizan: «En los lactantes menores de seis meses el cuadro típico de estridor puede no desarrollarse y los espasmos pueden seguirse de períodos de apnea (pausa prolongada en la respiración). En los adolescentes y los adultos la enfermedad puede ser leve y no identificarse con tosferina. La enfermedad grave es rara en personas sanas y bien vacunadas. Los niños menores de 6 meses, particularmente los que no han completado la serie primaria de vacunación, están en riesgo de complicaciones, hospitalización y muerte«.

Ni la infección natural por la bacteria pertussis, ni la vacunación confieren inmunidad duradera, por lo que las reinfecciones son frecuentes a lo largo de la vida. La vacunación también se administra a las mujeres embarazadas desde la semana 27.

En caso de que un menor presente síntomas compatibles con la enfermedad, las autoridades sanitarias explican que el joven no debe ir al colegio, ni realizar actividades hasta que se descarte la tosferina. Es importante evitar el contacto con personas no vacunadas correctamente, especialmente las personas más vulnerables a la enfermedad como bebés de menos de un año, mujeres embarazadas en las tres últimas semanas del embarazo, y personas con inmunodepresión o patología pulmonar crónica o cardiopatía congénita.

En el caso de ser diagnosticado de forma positiva por un profesional es importante comunicarlo al centro escolar en el que esté matriculado. El niño permanecerá en casa hasta que haya tomado los antibióticos adecuados durante cinco días completos para tratar la tosferina y evitar la transmisión. También hay que vigilar la aparición de síntomas durante 21 días después del último contacto con la persona enferma.

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