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La guerra de Ucrania y la nueva PAC continúan marcando la agenda agraria en la Unión Europea, además de complicar el día a día a miles de agricultores y ganaderos que ya han calificado de “absurdos” algunos de sus requisitos. Y es que las organizaciones agrarias son unánimes ante la nueva Política Agraria Común: es más compleja, penaliza al profesional y supondrá una menor rentabilidad.
La nueva normativa que entrará en vigor el próximo 1 de enero de 2023 centrará el lunes el nuevo Foro GACETA de la Agricultura que protagonizará César Lumbreras, director del programa Agropopular (COPE) en el Casino de Salamanca, (12:30 horas, con invitación). Un nuevo encuentro con los profesionales del sector agropecuario, que cuenta con el patrocinio de la Diputación de Salamanca, Unicaja Banco, Mirat Fertilizantes y piensos Cuperal.
Lumbreras, colaborador habitual de LA GACETA, es uno de los comunicadores que más y mejor conocen los entresijos de la nueva PAC. Asegura que entre los grandes integorrantes que tienen ahora los agricultores y ganaderos está la cantidad de dinero que recibirán a partir del próximo año y si les compensará o no acogerse a los polémicos ecoesquemas, protagonistas de la nueva Política Agraria.
Estas mayores exigencias medioambientales que será necesario cumplir para poder acceder a las ayudas siguen en el ojo del huracán. De hecho, el pasado mes de octubre el Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA) publicaba una resolución que permitía a las comunidades autónomas adoptar las flexibilidades previstas en la normativa para las ayudas de los ecoesquemas o eco regímenes. El fin de esta medida era precisamente autorizar a las comunidades a que adaptaran lo antes posible una serie de flexibilidades de los requisitos que se van a exigir a los potenciales beneficiarios de las ayudas, lo que para Lumbreras es un nuevo sinsentido y un enredo jurídico más, puesto que se están flexibilizando unas normas que todavía no existen.
Castilla y León anunciaba también hace unas semanas que iba a flexibilizar el acceso de las ayudas de la PAC para la próxima campaña. En su decisión, como se reconocía entonces, había sido clave el déficit de precipitaciones del año hidrológico y también la presión de las organizaciones agrarias, que aplaudieron el gesto.
La nueva PAC sigue plagada de incógnitas y a pesar de estar a finales de noviembre los profesionales todavía desconocen muchas de las normas que van a condicionar su actividad diaria.
Una de las últimas polémicas es la exigencia de justificar en qué parcela pasta cada vaca u oveja, algo que será especialmente complejo de cumplir en provincias como Salamanca. El objetivo de medidas como esta, como siguen insistiendo desde la Unión Europea, es “proteger” el medio ambiente.
Las organizaciones están convencidas de que las ayudas de la PAC no serán las mismas que el pasado año, lo que complicará aún más la actividad agraria y ganadera en un momento especialmente complejo para el campo español por el encarecimiento de los costes de producción que ha provocado la guerra de Ucrania.
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