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El equipo de Manuel Fuentes, investigador del Centro de Investigación del Cáncer-IBMMC con la colaboración de equipos multidisciplinares de diversas universidades y hospitales europeos, acaba de publicar en Science Immunology una investigación que explica la interacción entre el gen FAS, la proteína mTOR durante la maduración extrafolicular en células B humanas y su implicación en el desarrollo del síndrome linfoproliferativo autoinmune.
El síndrome linfoproliferativo autoinmune (ALPS), es una enfermedad rara, que como su nombre adelanta, es auto-inmune y suele manifestarse en los primeros años de vida. El origen de esta enfermedad congénita y hereditaria se debe a la incapacidad para regular la homeostasis de linfocitos. En consecuencia, las manifestaciones clínicas más comunes de este síndrome son la expansión linfoide con inflamación de los ganglios linfáticos (linfoadenopatía), agrandamiento del bazo (esplenomegalia) y del hígado (hepatomegalia), enfermedad auto-inmune con citopenias, es decir, con disminución de alguna o de todas las células presentes en la sangre, como por ejemplo las plaquetas (trombocitopenia) o los glóbulos rojos (que disminuyen a un ritmo más rápido del que se pueden reemplazar, generándose anemia hemolítica, así como linfoma.
La causa que origina está enfermedad es un grupo heterogéneo de alteraciones de genes que regulan fenómenos de apoptosis. La apoptosis es una serie de procesos moleculares que conducen a la muerte celular, gracias a la apoptosis nuestro cuerpo elimina las células innecesarias o anormales. En este sentido, las mutaciones que afectan a la función inductora de apoptosis mediada por FAS (también llamado CD95) y su ligando (FAS-L) receptor de la familia TNF Fas/CD95 dan lugar a enfermedades autoinmunes y linfoproliferativas.
En este contexto, el grupo de investigación dirigido por Manuel Fuentes ha participado en un estudio multidisciplinar e internacional donde han analizado la señalización defectuosa del gen FAS y su vinculación con el desarrollo de ALPS.
Señala Manuel Fuentes que «los resultados sugieren que la señalización no apoptótica de FAS actúa como un «interruptor» y el defecto en la modulación de este circuito intracelular podría explicar la alta concentración en sangre de gammaglobulina y el bajo número de células B de memoria en los pacientes con APLS. Es decir, que estos resultados abren nuevas oportunidades terapéuticas y de diagnóstico, incluso pueden facilitar seguimiento de la enfermedad e incremento de la calidad de vida de estos pacientes de ALPS».
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