Castilla y León estudia prohibir la venta de bebidas energéticas a menores

Hace unos días fue Galicia quien anunció que a partir del próximo año, la bebidas energéticas se equipararán con las bebidas alcohólicas y no podrán ser vendidas a menores de edad.

Este martes ha sido el consejero de Sanidad, Alejandro Vázquez, el que ha dejado entrever que Castilla yLeón podría seguir la misma línea y prohibir la dispensación de estas bebidas a los menores de 18 años.

Vázquez fue cuestionado sobre la medida de Galicia y respondió: «Lo estamos estudiando, y es un asunto con muchos componentes que es necesario estudiar bien antes de tomar una decisión».

El abuso de este tipo de bebidas e puede convertir en un problema de salud pública. Lo advierten distintos especialistas como endocrinos y cardiólogos.

En el caso de los menores de edad son los pediatras quienes apuntan que hay que vigilar lo que beben los más pequeños. «Esto no es una Coca-Cola. Es un estimulante, y si se beben en grandes cantidades pueden ser peligrosas», apunta el pediatra Javier Pellegrini.

El especialista añade que «ese tipo de bebidas, desde luego que tienen su riesgo, pero no solo esas. Los refrescos y los zumos están generando unos problemas de obesidad enormes porque contienen mucho azúcar y hay niños que realmente no beben agua. Solo esto».

Otros especialistas advierten de un nuevo riesgo añadido:cuando los adolescentes mezcan estas bebidas con alcohol. El efecto estimulante de la cafeína y la taurina contrarrestan los efectos depresores del alcohol, por lo que los jóvenes pueden beber más sin notar tanto los efectos y, en consecuencia, también se dispara la posibilidad de una intoxicación etílica.

El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, ha defendido este martes la necesidad de regular la venta y consumo de bebidas energéticas, que quedará prohibida en Galicia para los menores en cuestión de meses, pues es «notable» el aumento del consumo entre los pequeños, cuando nadie les daría «tres cafés».

Rueda ha adelantado que será aprobado «en pocas semanas» por el Consello y «seguidamente irá al Parlamento» para que, si todo va bien, se convierta en ley.

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