ENTREVISTA
Mujer de partido desde que fuera presidenta nacional de Nuevas Generaciones, Carmen Fúnez es ahora mismo la número tres del PP nacional. Su papel en Génova es organizar la escuadra y apagar fuegos, de ahí que su palabra tenga mucho peso en las decisiones de Feijóo.
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Decía antes de empezar la entrevista que Salamanca es un ejemplo de política útil, ¿lo decía porque visita esta tierra o es una argumentación fundamentada?
—No, está absolutamente argumentado. Es decir, eso no es porque yo venga aquí, sino todo lo contrario. Yo vengo aquí porque es un ejemplo de política útil que tenemos que poner en valor y que para nosotros, tanto el alcalde, como el presidente de Diputación y el presidente Mañueco son auténticos referentes de lo que significa gobernar pensando en los intereses de los ciudadanos y no en utilizar las instituciones en las que ejercen su responsabilidad para protegerse. Eso es lo que creemos nosotros que es un ejemplo de política útil. La dirección nacional del partido hoy no visita Salamanca para traer la política útil, sino al contrario, venimos aquí para hacer de la gestión en el Ayuntamiento de Salamanca y del Gobierno autonómico ejemplos de lo que se tiene que llevar a otros lugares de España.
Salamanca es uno de los graneros de votos del PP, ¿entiende que Génova cuida suficiente al PP salmantino?
—Con rotundidad tengo que decirle que sí. Trabajo diariamente, codo a codo, con un salmantino que es diputado nacional por esta provincia que es José Antonio Bermúdez de Castro. Por la forma de trabajar que tiene defendiendo los intereses de Salamanca, considero que es un auténtico honor. Además de José Antonio, que trabaja en la vicesecretaría de organización. También está María Jesús Moro dentro del Comité Ejecutivo Nacional del Partido, siendo la responsable de todo lo que tiene que ver con la justicia. Eso es mucho decir.
El Gobierno se encuentra adecentando una antigua residencia como centro de inmigrantes en Salamanca sin que en la ciudad se sepa nada. Ustedes han preguntado en el Congreso por ello. ¿Sabe algo más que nosotros?
—Efectivamente, es verdad que los tres diputados nacionales y los senadores de esta provincia se han interesado por un tema que desde el Gobierno de España se está gestionando con muchísimo oscurantismo. Y cuando un gobierno intenta tapar la gestión que se está llevando a cabo en cualquier ámbito de la política, significa que tiene miedo a la acogida que esas medidas puedan llevar en el territorio. Los diputados y los senadores han trasladado ya preguntas parlamentarias para que el Gobierno dé la cara y explique qué es lo que quiere hacer con ese centro, con ese espacio, que todo parece indicar por las noticias que tenemos, y también por las gestiones que se están haciendo ya, se van a destinar a un centro de inmigrantes. Nosotros queremos saber para con el conocimiento exhaustivo poner en marcha las políticas necesarias en torno a esta cuestión. Fíjese, es paradójico que estemos hablando hoy de inmigración cuando hace unos días conocíamos el acuerdo en materia de inmigración que está haciendo el Gobierno de España con los independentistas catalanes.
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Está usted presentando por España el Plan de Vivienda de Feijóo, ¿ve posibilidades reales de que un joven pueda emanciparse en este país?
—Es casi imposible que un joven se pueda emancipar ahora mismo por una cuestión fundamental, y es que yo creo que para hablar de emancipación tenemos que mirar a dos ámbitos distintos. Uno de ellos es el empleo y la situación laboral de los jóvenes en España y otro son las condiciones económicas que tengan para acceder a la vivienda, y por lo tanto acceder a un mercado de vivienda tan complejo como el que tenemos en la actualidad. España tiene la tasa de paro juvenil más alta de toda la Unión Europea, supera el 26%, y aquellos jóvenes que tienen la oportunidad de trabajar lo hacen en unas condiciones contractuales tremendamente negativas porque trabajan muy pocas horas o firman contratos temporales. Además, lo hacen con unos sueldos que nada se corresponde con lo que les dijeron que iban a cobrar después de formarse tantos años y hacer un esfuerzo ellos y sus familias. Por lo tanto, primero crisis de renta entre la juventud y después crisis para acceder al mercado de la vivienda. Ahí nosotros, con Feijóo al frente, estamos poniendo mucho énfasis en esta cuestión porque posiblemente la juventud española actual sea la primera generación que lo está teniendo casi imposible para poder emanciparse y crear un proyecto de vida independiente.
La clave es que nos cuente cómo lograrlo...
—¿Qué es lo que defendemos nosotros? Primero, Feijóo ha presentado una medida que se llama el Plan Prepara y que lo que busca fundamentalmente es bajar los impuestos a los jóvenes durante sus primeros cuatro años de vida laboral. Es en ese momento en el que necesitas ahorrar y con unos sueldos tan bajos todavía es más costoso hacerlo, por eso proponemos que el primer año de vida laboral los jóvenes españoles no paguen ningún impuesto y en los tres años siguientes vayan pagando impuestos de manera gradual también en relación al sueldo que tengan. Después, crear una hucha de hogar que lo que viene es a implementar una exención fiscal de un 15%. Y en tercer lugar lo que queremos también es poner en marcha más suelo público para que se pueda construir vivienda asequible con un 30% menos en el precio del alquiler.
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Salamanca es una ciudad con un gran mercado de alquiler para estudiantes y es necesario proteger a los arrendadores para que los pongan en el mercado. ¿Cómo ve el futuro?
—El fenómeno de la okupación en España coge fuerza en el momento que hay un gobierno con sus socios que protegen más al que okupa y delinque que al dueño de la vivienda. Eso hace que mucha gente tenga miedo. ¿En qué línea estamos nosotros trabajando? Pues lo que hemos hecho ha sido aprobar una ley de vivienda que ya está ratificada en el Senado que busca apostar por la seguridad jurídica, y de esta manera permitir que se saquen más viviendas en alquiler. Vamos a aumentar y endurecer las condenas para aquellos que okupen vivienda, vamos a poner en marcha reformas legislativas que permitan que en 24 horas se saque a un okupa de una vivienda. Después hay que potenciar que las viviendas salgan al mercado, y para eso vamos a aprobar una rebaja fiscal de un 75% en el IRPF para aquellos propietarios de vivienda que lleven con ellas más de dos años cerradas y las incorporen al mercado del alquiler.
Los ciudadanos no entienden que los políticos no se pongan de acuerdo con el problema de la vivienda.
—Efectivamente, pero es que Pedro Sánchez está más en protegerse que en atender los problemas de los ciudadanos. Tenemos una ley paralizada de medidas fiscales donde no se habla de los político y sí de los problemas de los ciudadanos. Pero sepa que al final la debilidad parlamentaria de Pedro Sánchez le obliga a atender no los problemas de los ciudadanos sino los votos que dependen de sus socios.
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Como secretaria de Organización del partido le toca lidiar con asuntos complicados y con dificultades, ¿en qué situación ve a Carlos Mazón?
—Pues mire, yo creo que lo que no es fácil es afrontar un proceso como el que se está viviendo en Valencia, porque de lo que estamos hablando es de 227 víctimas mortales. Tres de ellas todavía no se han recuperado sus cuerpos y por lo tanto yo la dificultad la centraría en esas familias. Yo he estado ahí en Valencia acompañando al presidente Feijoó y hemos visto a gente por la calle como una señora que con 56 años había perdido la tintorería que era el negocio que había tenido a lo largo de toda su vida y que se planteaba otra vez empezar desde cero a reconstruir su vida. Por lo tanto, es mucho más difícil afrontar la reconstrucción que estar pendiente de una sola persona que es Carlos Mazón aún siendo el presidente de la Comunidad autónoma. Él lo ha dicho claramente, ha unido su futuro político a la reconstrucción y eso es lo que nos tiene a todo el Partido Popular ahora mismo pendiente. Fue el propio Feijóo el que llegó a Valencia para reconfortar a las víctimas, darles también cariño y apoyo para que se desahoguen libremente porque tienen todo el derecho del mundo por la situación tan compleja que viven, pero también ha puesto encima de la mesa un Plan Valencia dotado con 12.000 millones de euros. Eso es lo verdaderamente difícil.
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