Carlos García Andrés reinventa su pasión por la fotografía abstracta y la exhibe en el Museo provincial

Casi medio siglo después de aquella arriesgada aventura por hacer de la fotografía abstracta una manifestación singular de la creación plástica, el salmantino Carlos García Andrés vuelve a revivir esa misma pasión y misterio por la imagen con la presentación en el espacio La Pieza del Mes, del Museo de Salamanca, de la obra 'Abstracción', vinculada a la serie 'Diálogos', todo un ejemplo en su camino por traducir la realidad al lenguaje abstracto. «Son composiciones de formas geométricas, líneas rectas, colores planos, que dialogan silenciosamente y reflejan la estética constructivista que nació hace más de cien años», señaló el autor en la inauguración de la muestra.

Expuesta hasta el 9 de marzo, esta pieza conecta con el trabajo que a principios de los setenta del pasado siglo inició el fotógrafo José Núñez Larraz y que marcará el devenir de no pocos jóvenes fotógrafos del momento, entre ellos García Andrés, para quien Núñez Larraz fue todo un referente. «Además de abrirnos la puerta a los jóvenes, tuvimos el placer de crear el Grupo Libre de Fotografía y de poder seguir apostando por la fotografía», subrayó.

Convertido en uno de los grandes referentes de la fotografía abstracta, García Andrés ha sido siempre fiel al poder que tiene la imagen fija de ir más allá del reflejo de la realidad y exprimir al máximo su faceta de interpretar el mundo que le rodea. «Pretendo que mis fotografías sean algo más que un documento: también una exploración estética de los rastros y huellas de la naturaleza, el paso del tiempo, el azar y todas las actividades humanas que se producen en nuestro entorno y que son tan reales y casi tan efímeras como una puesta de sol», argumentó el fotógrafo salmantino, quien, contrariamente a lo que pueda parecer a simple vista, sus imágenes son reales, «no están manipuladas, ni preparadas, ni construidas, ya que la mirada abstracta de la realidad puede llegar a ser más expresiva que la mera reproducción de lo real», confesó.

Valedor de aquel renacer fotográfico que vivió Salamanca a través de una mirada abstracta de la realidad, García Andrés siempre ha permanecido fiel a sus orígenes, a pesar de que el mundo de la fotografía ha tomado otros derroteros. «Sigo mi camino en esta forma de ver, analizar y tratar de entender el mundo; nunca me he sumado a las modas», concluyó.

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