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Fernando Vérgez, junto al papa Francisco. ARCHIVO
El cardenal salmantino, querido por tres papas, a cuatro días de salir del cónclave

El cardenal salmantino, querido por tres papas, a cuatro días de salir del cónclave

Fernando Vérgez Alzaga cumplirá los 80 años que le excluirían del discernimiento y posterior votación para elegir un nuevo papa, muy de actualidad ante la delicada salud de Francisco. El sacerdote forma parte del círculo más exclusivo del pontífice dentro del Consejo de Cardenales

Ángel Benito

Salamanca

Martes, 25 de febrero 2025, 07:00

Fernando Vérgez Alzaga (Salamanca, 1 de marzo de 1945) cumplirá dentro de cuatro días 80 años. Esta edad es el límite que marca la Santa Sede para participar en el cónclave de elección del papa, un asunto que se encuentra durante estos días muy de actualidad ante la delicada salud de Francisco, sumo pontífice que llegó incluso a declarar a ABC en 2022 que ya tenía entregada su carta de renuncia por si acaso algún día tenía que utilizarse. Desde 1970 con el 'motu propio' promulgado por Pablo VI se excluye a los cardenales que cumplan los 80 años de la votación para elegir al sucesor de Pedro como cabeza de la Iglesia Católica. Ni siquiera podría entrar en la Capilla Sixtina como observador ya que solo se permite el acceso a los cardenales electores.

Fernando Vérgez fue nombrado cardenal—el primero de los Legionarios de Cristo— hace tres años por el papa Francisco como una muestra de confianza que ya habían tomado otros pontífices anteriormente con el salmantino que ha sabido reunir el cariño de todos los papas a los que ha servido. De hecho, un año después, Francisco le incorporó dentro de su círculo máximo de confianza en el Consejo de Cardenales y desempeña el cargo de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano, el 'ministerio' encargado de ostentar el poder ejecutivo de la Santa Sede.

Este cargo lo ostentará también hasta el 1 de marzo, ya que será sustituido por Sor Raffaella Petrini, al superar el límite de edad para dirigir este organismo que es el encargado de gestionar todos los servicios del Estado pontificio.

Es decir, a su mesa, tal y como reconocía en una entrevista a la revista 'Alfa y Omega' llegan «todos los papeles que conciernen al funcionamiento de un Estado, así como los problemas o imprevistos que puedan surgir».

También fue el encargado de desarrollar la web institucional de la Santa Sede con el español como una de las lenguas principales. Ante el Jubileo, se ha encargado de todas las labores de previsión ante los millones de personas que visitarán El Vaticano este año.

La confianza en el salmantino de varios papas se sustenta en el trabajo que realizó durante 23 años como secretario del cardenal Eduardo Pironio, muy querido en la Santa Sede y que fue beatificado hace dos años. El primero en darle un cargo dentro de El Vaticano fue el propio Juan Pablo II que le nombró asistente del Pontificio Consejo para los laicos y posteriormente fue el encargado de digitalizar El Vaticano como jefe de la oficina del servicio de Internet. Benedicto XVI recompensaría su trabajo con un ascenso para coordinar las infraestructuras de telecomunicaciones de la Santa Sede con el resto del mundo, tal y como confesó en una entrevista a LA GACETA.

El papa Francisco tuvo palabras muy cariñosas hacia él en el momento de nombrarle arzobispo hace ya una década: «En cuanto a ti, Fernando, hermano queridísimo, tantas cosas me vienen a la memoria en este momento. Elegido por el Señor, reflexiona que fuiste elegido entre los hombres y para los hombres. Fuiste constituido en las cosas que tienen que ver con Dios. En este servicio, pienso, en aquel gran servicio de ternura y caridad que tú has prestado al cardenal Pironio».

Enamorado de la belleza de Salamanca y su tranquilidad

Fernando Vérgez Alzaga nace el 1 de marzo de 1945 en una vivienda entre Álvaro Gil y Torres Villarroel y fue bautizado en la iglesia del Carmen. Hasta la mayoría de edad estudió en el noviciado que los Legionarios de Cristo tenían en Salamanca y de allí viajó a Roma donde continuó su formación.

Durante 23 años fue secretario del cardenal Pironio, un cargo que le hizo ser la 'mano derecha' y posteriormente tener la confianza de todos los papas: desde Juan Pablo II a Francisco.

En una entrevista a LA GACETA confesó que seguía siendo «un enamorado» de la ciudad. «Salamanca tiene la belleza de Roma y la tranquilidad que le falta a la capital de Italia», reconocía consciente de que los cargos le limitaban cada vez más sus escapadas hasta Salamanca para visitar a los familiares de la rama de los Alzaga que aún residen en la ciudad.

Es paso obligado en sus visitas, pasar por las calles Álvaro Gil y Torres Villarroel para ver la casa de sus padres y los lugares que recorrió durante su infancia o los paseos por la Rúa y la Plaza.

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