La calvicie preocupa cada vez más a los salmantinos

La caída de pelo es un problema que afecta a muchas personas en el mundo. El estigma que sigue rodeando a la palabra 'alopecia' e incluso la lástima con la que mucha gente observa a los que la sufren puede hacer que esta afección se convierta en un auténtico dolor de cabeza.

Después de que la World Population Review haya revelado que España se encuentra en el top 3 de países con más personas calvas en el mundo -cifradas en un 42,6% y por detrás de la República Checa-, el dermatólogo del Complejo Asistencial de Salamanca Francisco Domínguez desvela los tipos de alopecia que existen y los tratamientos que se pueden aplicar una vez diagnosticada, asegurando que vienen notando un incremento especial de citas en Dermatología para realizar consultas sobre la misma: «En Salamanca, la gente consulta más y se trata cada vez más como señal de bienestar social, cubriendo necesidades que no son primarias y que son señal de que vivimos en una sociedad de confort».

Definida como la pérdida o la disminución de la cantidad de pelo que tiene una persona, existen distintos tipos de alopecia según el dermatólogo del Hospital de Salamanca Francisco Domínguez, que revela qué causas figuran detrás de la calvicie.

En el listado de los motivos por los que puede diagnosticarse alopecia, están los defectos carenciales en mujeres después de un parto, los que se pueden observar en gente desnutrida o que está llevando a cabo una dieta de adelgazamiento importante o los que genera el padecer una enfermedad como el cáncer, que, para ser tratada, requiere que la persona que lo sufre sea sometida a quimioterapia.

La alopecia androgenética, que es interpretada como la calvicie común y que es sufrida mayoritariamente por varones de entre 20 y 30 años que empiezan a perder parte de su pelo en las zonas del cuero cabelludo, de la sien o de la coronilla, se una a un listado de tipos de calvicie en el que también figura la areata, siendo una afección que ocasiona parches redondos de pérdida del cabello por situaciones de estrés y que puede llevar a la calvicie total.

El dermatólogo del Complejo Asistencial de Salamanca Francisco Domínguez engloba los tipos de alopecia en dos grandes grupos: las cicatriciales y las no cicatriciales.

En las primeras, figura la calvicie en la que se destruye la raíz y el pelo no vuelve a salir pese a los muchos tratamientos a los que te sometas. En las segundas, pasa todo lo contrario. La raíz no se destruye del todo y hay más posibilidades de que vuelva a aparecer pelo en la zona afectada.

«Uno de los aspectos que hay que destacar dentro de la calvicie común es que el folículo va envejeciendo y llega un momento en el que el pelo deja de crecer por agotamiento», asegura Domínguez, que desvela que existen muchos tipos de tratamientos con los que se puede atajar esta afección, cuya aplicación depende del caso y del diagnóstico que se haya realizado. «Muchas veces, la gente toma vitaminas, pero si sufres una alopecia androgenética o una areata, no sirve para nada», sentencia.

Determinar las causas de la alopecia puede ser muy útil para crear un conjunto de recomendaciones eficaces y mitigar la caída del cabello. Aunque la calvicie tiene un componente genético en muchos casos, también existen factores no genéticos y modificables. Por ejemplo, los cambios hormonales asociados a diversas etapas de la vida, como el embarazo, el parto y la menopausia o la fluctuación de la función tiroidea y de los niveles de hormonas tiroideas también pueden provocar la caída temporal del cabello y, a veces, permanente.

Según el dermatólogo Francisco Domínguez, si una persona que sufre una calvicie común se realiza un implante de pelo sin someterse antes a un tratamiento médico, no le va a servir para nada. «Si estamos diciendo que la alopecia androgenética es un cuadro progresivo de miniaturización de los folículos y tú trasladas pelos de una zona en la que no se caen a una zona en la que se caen, el resto de los pelos que ya estaban allí van a involucionar. Para que un implante tenga sus frutos, primero tienes que frenar la caída del pelo y, después, ya puedes repoblar», asegura haciendo alusión, además, al caso de Turquía, a donde mucha gente va a ponerse pelo: «A veces, lo barato sale caro. La tendencia de Turquía creció con las redes sociales».

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