El calor golpea también a las rebajas: flojo recibimiento en el primer fin de semana de apertura comercial

Los comerciantes siguen confiando en que la campaña de rebajas de verano sea algo más animada de lo que lo fue en 2022. Si bien el año pasado, la cifra de ventas no llegó a las previas a la pandemia, el calor ha sido un gran contratiempo en el que ha sido el primer fin de semana de apertura comercial.

La ola de calor que, este sábado, activaba el aviso amarillo en la provincia y que hacía que el mercurio llegara a marcar los 36º amenazó, tanto el sábado como en el día de ayer, a los comercios que abrían sus puertas en este arranque de campaña, que se ha llevado a cabo por adelantado, siendo, a su vez, algo que sigue generando cierto descontento en el sector.

«No estamos muy de acuerdo con el adelantamiento de las rebajas, pero, al final, no nos queda más remedio que unirnos y volver a pedir que se regulen los periodos para que se lleven a cabo en los días en los que, históricamente, se llevaban a cabo», asegura el secretario de la Asociación de Empresarios Salmantinos del Comercio (AESCO), Antonio Flórez, que, haciendo balance de la situación vivida durante este último fin de semana de junio, aseguró que «el arranque ha sido bueno» pese al calor, que sí que hizo que, ayer, las ventas flojearan un poco más hasta por la tarde.

Pese a que el adelantamiento de la campaña de verano un total de ocho días haya supuesto que las rebajas se hayan solapado con las malas condiciones meteorológicas, derivando en una facturación menor del producto, los comerciantes prevén que las ventas suban un 7% respecto a las realizadas el año pasado y que los salmantinos se gasten cerca de 95 euros en sus respectivas compras.

Según el secretario general de la Asociación de Empresarios Salmantinos del Comercio (AESCO), Antonio Flórez, los productos estrella de esta campaña volverán a ser, una vez más, los relacionados con el sector del textil, ya que la gente siempre aprovecha estas rebajas para equiparse de cara a sus vacaciones.

Pese a esta condición, los comerciantes recalcan que el hecho de que se hayan adelantado no significa que la capacidad de gasto de las familias se vea superado. Aun así, confían en cumplir con sus expectativas iniciales.

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